capitulo siete

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Pd: estoy endulzando un poco más la realidad, así que no se crean que entre los años 800 hasta 1781, que nació el sistema feminista, eran muy dulces los hombres. En realidad eran muy crueles y violentos sin decir que el sistema era machista.

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𝕃𝕒 𝕙𝕚𝕛𝕒 𝕕𝕖𝕝 𝕔𝕒𝕡𝕚𝕥𝕒́𝕟 𝕃𝕖𝕧𝕚
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La mañana llegó, TN estaba de vuelta en casa, la brisa fresca mañanera daba en su rostro, Eren la acompañaba. La primaria impresión de todos al ver nuevamente a Eren fue un poco violenta, un Levi zarandeando brutalmente a Eren, mientras lo regañaba por llevarse a su hija.

Armin y Mikasa, amigos de la infancia, y ex compañero de guerra y combate, que lastimosamente después de aquel suceso en el pasado, no sabían que pasaría, tal vez era un plan para destruir lo que era su hogar o peor. Sin embargo, cambio su opinión al ver aquellas obras que hacía. Demostraba arrepentimiento, tristeza en su ser por la disconformidad de ellos hacia él.

Largos meses pasaron, costa decir que entre ellos el pequeño matrimonio entre TN y Eren, claro, Eren sin nada que ofrecer, decide ejercer con la profesión de su padre, ya que no había titanes, ni guerra para estar en la milicia, al ser las cosas ya normales debía tomar la responsabilidad de ser mejor que su padre y tomar el negocio familiar.

TN llevaba varios meses con embarazo, su vientre abultado, dolores en la espalda y constantes movimientos de su bebé que yacía en su interior. Vivía en el pueblo, bien, Eren utilizo bien el conocimiento de su padre, y le dio una buena vida a TN. Tenían una casa, cerca de la de Levi, una vida amorosa que, tiene buenos y malos momentos.

Esa mañana se despertaba de costumbre viendo a su ya marido acostado, durmiendo plácidamente a lado suyo. Le gustaba ver a Eren dormir, su respiración calmada, su expresión serena, todo era hermoso de Eren. Parecía ser tallado por los mismos angeles.

Sus ojos se abrieron lentamente, lo primero que vio fue a TN sonriendo.  –Buenos días. –Dijo Eren con una sonrisa, acercándose para plantar un beso en la mejilla de TN.

–Buenos días. –Devolvió el saludo.

–¿Cómo amaneciste? –Eren se sentó en la cama tallando sus ojos.

–Se pone un poco inquieto por las mañanas.

–Enserio. –Dijo divertido.

–No, pero si se recargo en mi lado malo

–Oh. –El se levantó de la cama con sus zapatos ya puestos y fue a su pequeño guarda ropa, sacó de el su ropa interior nuevas prendas para vestir, tenía que ir nuevamente al consultorio si quería ganar el dinero de ese día.

–Mi padre vendrá en la noche. –Dijo sentándose en la cama para ir y cambiar su pijama a sus vestidos habituales.

–¿A qué hora? –Inclino una ceja.

–Como a las siete de la noche, para que estés antes. Sabes cómo se pone cuando llegas tarde, te da un sermón de una hora.

–Si, si, pero sabes que desde que Paradis se volvió independiente e hizo tratos con mundo me llegan enfermos de todas partes.

–Lo sé, pero ahora te quiero temprano, sería nuevamente una vergüenza si sucede lo mismo de siempre. –rogó.

–Hare lo que pueda. –Dijo Eren aumentando su voz a una áspera.

TN no dijo más y se puso el corset junto con un vestido suelto en su vientre y fue a hacer su labor diaria.

Eren llegó media hora tarde a casa, Levi estaba ahí, a pesar de tener 40 años tenía casi toda su cabellera azabache, a excepción de cinco canas que presumía con orgullo, si eso presumía como si fuera un trofeo imagínense sus nietos, aparte del orgullo de Eren serían los de Levi y consentidos de él. Si, comprobado, cuando pasas a ser abuelo te vuelves más cariñoso que con los hijos.

–Llegué –dijo Eren abriendo la puerta.

–De nuevo tarde Jeager. –Eren nuevamente se ganó un sermón de Levi sobre la puntualidad.

Si también la edad lo hizo más cascarrabias.

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𝕃𝕒 𝕙𝕚𝕛𝕒 𝕕𝕖𝕝 𝕔𝕒𝕡𝕚𝕥𝕒́𝕟 𝕃𝕖𝕧𝕚
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Y eso fue todo por hoy.

Bye

La hija del capitan LeviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora