Te esforzaste en pisarme los talones
y creerme insuficiente.
Te esforzaste en aparecer en mis soledades,
en ese abismo de murmullos.
Le hiciste un genocidio a mis primeros poemas
que solo buscaban el sol.
Tiraste mi tablero de ensueños
y me rompiste tan bien que al caminar se oían los cristales.
Escribiste la palabra "afligida" en mis ventrículos
y lo tatuaste veintitrés veces en mi pecho.
Convertiste el goteo de los segundos en olas
que me arrastraban
empañando mi horizonte.
Que quisiste ponerte por delante de mí
y ahogarme con tu rastro.
Que quisiste rajarme la garganta
y despintar las paredes
solo para después empapelarlas de agonía.
Que quisiste quitarme el viento
y encerrarlo en un bote de cristal.
Que me cortaste las alas
y yo aprendí a volar sin ellas.
Tus penas me atravesaban
como balas
una a una,
así que les saque bandera blanca
Comencé a ganar batalla,
entonces tomaste mi cara con tus manos,
pero mí mirada está más cerca de mi suelo,
que de tus pies.
Que quisiste hacerme tropezar,
pero solo conseguiste que me adueñara de mí,
y ahora,
mi dolor es algo que solo yo elijo
y tú,
ya te has quedado atrás.
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ESCRITOS EN LA PIEL
PoetryUna pequeña colección de poemas sin sentido entre si, pero que de alguna forma, forman parte de mi piel Caterina Acosta Gaisch