Su dinero cae entonces y yo no me puedo creer lo que estoy viendo.

Es Cath, mi Cath.

—Cath.

Podía reconocerla así se hiciera un cambio radical. Lo que no había pasado, aunque su cabello estaba más largo.

Se agacha y recoge el dinero mientras me limito a observarla. No caía en cuenta todavía de que la tenía en frente.

—¿Qué estás haciendo aquí?—le pregunto en cuanto se endereza.

—Yo...

—¿Y mi helado?—me dice Zoe llegando, y me obligó a mí misma a dejar de mirar a Catherin.

—Aquí está pequeña—le entrego el helado y regreso la mirada a Catherin.

Ella habla con el empleado.

—Está rico—dice Zoe.

—¿De verdad?—le doy una mirada rápida.

Cath se mantiene en su posición, esperando al empleado junto a mí.

—Cath, ¿Qué estás haciendo aquí?—le pregunto sin poder evitarlo.

Tenía que saber cómo carajo había llegado hasta aquí.

Si ella se había mudado hasta aquí, si había venido de paseo, si...

—Zoe, te dije que esperarás a que te trajera el helado—aparece Layla.

Mierda.

Las observo a ambas sin poder continuar la conversación con Catherin.

Le doy una mirada rápida a Cath, ella se mantiene con la mirada fija en el empleado.

En este momento agradecía tanto que no hubiese cambio y que ella tuviese que esperar.

—Demonios, Cath. Me asusté cuando no te ví en la mesa, ¿Ya nos vamos?—escucho una voz masculina.

Le doy otra mirada rápida a Cath, para darme cuenta que ella está mirando al chico castaño que acaba de llegar y que está junto a ella.

—Layla, vayan afuera y las alcanzo en un momento—le pido.

—¿Qué esperas? ¿El cambio?—pregunta.

—Pediré un helado para mí—asiente.

—Bien. Entonces te esperamos afuera

Layla toma a Zoe de la mano y se alejan juntas dejándome nuevamente solo.

Observo al chico junto a ella, un tipo alto,  castaño y cercano a ella como para llamarla "Cath".

—Disculpa—llama y el empleado se acerca—Por favor cobra los dos helados que ella te pago de aquí—le extiende la paga y el empleado le devuelve el dinero de Cath.

Él le entrega el dinero a ella y le sonríe.

—Dame un helado de chocolate, por favor—pido.

El empleado se aleja para atender mi pedido.

No logro escuchar con claridad, pero sé que ellos están hablando sobre algo.

—Hey—dice el castaño y lo observo sin poder evitarlo—Conserve el cambio.

Eso solo significa una cosa, ambos se iban.

Catherin da media vuelta al lado contrario del que estoy yo dándome totalmente la espalda.

No iba a dejarla ir, no así.

Necesitaba saber qué hacía aquí, cómo había llegado, cómo estaba, si me echaba de menos tanto como yo lo hacía, si pensaba en mí.

Intercambio Académico.Where stories live. Discover now