La hermana demonio de Tony Stark [[Stony]]

Donas

—vamos—habló Tony con un puchero en sus labios—no seas aburrida, sabes que papá no me dejara ir si no lo haces tu-

—No Tony, tengo que estudiar y sabes exactamente que sociabilizar con la gente no es mi fuerte—habló la chica recostada sobre cama, con sus calcetines blancos hasta la rodilla, sus camisetas de bandas one direction, sus audífonos y su erizito entre sus manos dormido.

—por favor Virginia, eres una mala hermana... Solo esta vez, ya no te pediré que me acompañes nunca mas quiero ir a por donas, tengo antojos, ¿sabes que quedarse con antojos hace mal?, ¿Quieres que muera? —

La rubia bufó y se levantó tomando su chaquetón imitación cuero y unos short, juntos con sus desgastadas zapatillas negras.

—Bien, pero apurate—

El plan era perfecto.

Tony iría a comprar donas en donde ¡Ups!, por cosas del destino se encontraría al hermano de Natasha allí y este se acercaría a conversar le a Pepper en donde está no dejaría de hablar y hablar, Steve le pediría compañía a una fiesta y ¡Pump!, ahí entra Tony.

Era un plan perfecto.

¿Por qué dirán ustedes?

Porque si hay algo que Virginia ama mas que a él es su banda favorita, los one direction.

Y había estado hablando noche tras noche con Steve para que mínimo se aprendiera los nombres de los integrantes de aquella banda.

—Adiós mi bebé hermoso—susurró la rubia besando al erizo de tierra que se quedó quietito en las manos de la chica quien lo dejó en su camita.

—Bien Honey vamos—habló la rubia haciéndose una coleta alta y mirando de reojo al castaño que la miraba fijamente.

—sigo sin entender porque no quieres salir con nadie o porque siempre actúas a la defensiva, me encantaría que todos te conocieran como yo te conozco, que sepan que detrás de esa fachada de chica hostil y fría, estas ahí, con tus ganas de cuidarme, con tus caricias y tus chistes que hacen reír a todos tus cercanos, ¿por qué te cuesta tan abrirte a la gente? —la rubia sonrió levemente y besó las mejillas del castaño.

—me conformo con que tu sepas como soy realmente honey—habló apretando lo con fuerza—eres mi solcito maravilloso, ¿quién es mi sol?, ¿quién es mi sol? —rió alejándose—te espero abajo, no olvides llevarte un suéter —.

Se quedó en silencio unos segundos, sin saber que realmente pensar, nadie conocía a Virginia como el la conocía, era una chica extremadamente graciosa y cariñosa cuando estaban solo los dos, pero cuando había gente la chica se ponía seria y hablaba lo justo y necesario, siempre andaba con sus audífonos en la escuela ah pero cuando salían y nadie los veía la chica comenzaba a bailar y cantar las mismas canciones de siempre.

—No te llevaste un sueter—habló Virginia tomando las llaves de la casa.

—no tengo frío —habló sin mirar a la chica a los ojos.

—Bien, ¡Papá iré a comprar donas! —gritó.

—¡No vuelvas pronto! —respondió Howard riéndose.

Rodó los ojos y entrelazó su mano con la de Pepper.

—te acompañó solo porque tengo ganas de comer algo dulce—sonrió Virginia.

Era de noche y se sentía tranquilo y protegido, Virginia siempre solía tomar de su mano y apretarle levemente para hacerle saber que estaba ahí, que jamás se iría de su lado pasase lo que pasase.