La hermana demonio de Tony Stark [[Stony]]

El Bello Y La Bestia

—Tony me pregunta si tu—habló Peter Quill, de forma apurada y hasta nerviosa.

—¿si? —preguntó entusiasmado al ver que por fin Quill se le acercaba a decir algo.

—me preguntaba si querías ir al baile con... —sus palabras quedaron a media, su mirada viajó desde la enstusiasta sonrisa de Stark hasta la rubia que lo miraba seria, con ese delineador negro en todo su ojo, con esas pecas y esa cara de "te voy a matar".

—¿con? —interrumpió Virginia alzando su ceja y reposando su cuerpo en el casillero azul.

Tony le sonrió, si hubiese sabido que ella era la que le espantaba a los pretendientes realmente jamás se la hubiese dado.

—ehm... Ah... Yo—el castaño comenzó a sudar frío.

No era por nada pero Virginia Potts daba miedo, no era esas chicas que daban miedo pero si las conocías te agradaban como Natasha.

No, literalmente Virginia Stark daba miedo.

Era de esas que decían que podía llegar a matar una persona y tu le creías por solo ver su mirada oscura.

Todo el respeto que le tenían a Tony fue por que Virginia no se molestaba en hacerle la vida imposible a quien hiciese sufrir a su hermanito.

Virginia parecía siempre ser un Tigre apuntó de abalanzarse a ti y descuartizarte pero con Tony no.

Con Tony era distinta.

Era un gatito y era con la única persona que ella sonreía y hablaba de forma normal.

—No Tony—habló Howard leyendo el diario, sin despegar su mirada del papel impreso en tinta.

—¿¡Que?!, ¿¡por qué no tengo permitido ir a la fiesta?!, ¡ya soy grande! —se cruzó de brazos,Virginia quien caminaba descalza con sus short y una camiseta de One direction lo miró de pies a cabeza y sonrió.

—grande grande no... Pero no importa así estas perfecto—besó su mejilla y se sentó en el otro sillón mientras encendía el televisor.

Se cruzó de brazos e hizo una mueca.

Al notar la indiferencia y la poca atención de su padre hizo un berrinche.

No era justo, ya iba por los diecisiete años y no podía ir a fiestas, salir con amigos y mucho menos tener novio.

Era terrible y desesperante porque esas experiencias  sus amigos ya la estaban viviendo y el como idiota encerrado se mantenía escuchándolas.

—Papá por favor—habló ya rindiendo se, Pepper lo miró enternecida—es solo una fiesta, estaré antes que sean las once—

—No Tony, ya te lo dije—

—pero es que AHGG ESTÁN INJUSTO—se quejó tirándose al suelo, recostandose en la alfombra y viendo el techo.

—no es injusto, tu hermana también sigue mis reglas—Virginia solo alzó sus hombros.

Realmente ella no parecía estar afectada con las reglas de Howard.

No salir con amigos, ¿quién aparte de Carol podía ser amiga de Pepper?.

Era un chica bastante callada y de mal carácter.

No fiestas, Pepper apenas salía a comprar comida para su erizo y cuando lo hace desconoce totalmente que esa cosa que brilla se llama sol.

Y por último y lo más importante, novios.

Eso de por sí ya es imposible.

En verdad, si le cuesta hacerse amigos imagínense lo que le costaría buscarse un novio.

Tal vez por eso es su humor.

Ella espantaba a los hombres con solo una mirada y ya para el que era muy pegajoso, sólo bastaba con un "no me interesa, dejame en paz" de virginia para que la dejaran tranquila.

—¡No es lo mismo! —habló mirando a Pepper jugar en su celular.

—si es lo mismo, tienen la misma edad—

—¡es distinto Pepper y yo pensamos distinto! —se tiro el cabello que se colaba por su frente hacia atrás y rodó sus ojos.

—lo que sucede es que Tony cree que tener novio es bonito, pero déjame decirte que te estas amarrando a alguien que puede que te sea infiel o que luego te deje de amar, aparte... Hay personas que son de piel y que necesitan cariñitos y otras que detestan demostrar sus sentimientos y recibir afectos yo por ejemplo detesto mostrar mis sentimiento y que expresen sus sentimientos hacia mi, mi rollito de canela—habló la chica sonriendo le con dulzura y cariño porque para Tony esas palabras siempre eran el reflejo de lo que Pepper le ofrecía.

Howard dejó el diario aún lado y miró a Tony y luego a Pepper que seguía sentada en el sillón fija en su celular.

—bien Tony—el adolescente se levantó emocionado sin creer lo que su padre decía, por fin sabría que es ir de fiestas, salir con amigos y conocer chicos—tendrás mi permiso siempre y cuando Virginia lo haga—pero su entusiasmo se esfumó.

—quiero decir... ¿Quieres salir con alguien?, ¿quieres ir a fiestas y emborrachar te hasta quedar inconsciente?... Pues si logras que tu hermana lo haga, tu lo puedes hacer—

Sonrió con satisfacción al ver la cara de su hijo.

Virginia lo miró levemente sorprendida.

Pero al ver esa sonrisa en los labios de Howard entendió que ese hombre había jugado con las esperanzas de Tony.

—¿entonces puedo tener novio? —

—solo si logras que Virginia tenga—

Se paso semanas enteras observando con quien era y no era amable Virginia, para su mala suerte. Con la única persona que era amable era con el mismo.

—Mi sol, te traje donas... Tus favoritas—le sonrió la rubia dejando una bandeja con café y donas frente al castaño que lucia algo afligido.

Así jamás conseguiría novio.

—Pepper... A ti nunca te a atraído alguien—la rubia negó.

—hay personas que les gusta enamorarse, otras que se enamoran sin querer y otras que evitan el amor... —le acarició su mejilla—la última es la mejor opción —.

¿Tal vez iba a ser más difícil de lo que pensaba o no?

Escena extra:

—Por favor—se tiró al suelo a llorar como un niño, no podía creer que quinto año consecutivo se perdería la fiesta de cumpleaños de Odinson y Pepper no quería hacer un esfuerzo por el.

Ya que lo miraba desde lo alto de su cama, con su pijama y su erizo descansando en su pecho siendo acariciado por Virginia.

—Tony—

—¡Haz un esfuerzo por mi!, ¡quiero ir a esa fiesta y sin ti papá jamás me dejará!, ¡Pepper por favor! —lloró y sabiendo que el único talón de aquíles de la chica era el mismo, terminó por aceptar.

—bien pero nada más dos horas —

Una fiesta con todos los chicos de fútbol Américano, un sueño hecho realidad para un adolescente amantes de telenovelas románticas.

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