2. New feelings

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Definitivamente todo seguía siendo raro.

El clima había cambiado un poco, el viento se sentía incluso más frío, las días duraban menos y las personas empezaban a salir con enormes abrigos. Kibum y Minah también tenían que usarlos, porque no creían sobrevivir allí afuera con las temperaturas tan bajas.

También fue raro cuando un día de esos, algo blanco empezó a caer del cielo, primero despacio, luego fuerte durante algunas horas. Luego se detuvo, sin embargo ya todo el suelo había quedado cubierto de blanco.

El canal informativo llamó a eso la primera nevada. Interesante.

Y jamás habrían pensando que aquello iba a ser tan divertido.

Ambos salieron al parque a jugar con la nieve luego de ver como muchos niños humanos también lo hacían. Ellos querían probar.
Aunque, lo más raro de todo, fue sucediendo en esas semanas y parecía cada vez ir en aumento: la reacción de Kibum ante la presencia de Jonghyun.

Sus mejillas se enrojecían, a veces tartamudeaba, y no podía evitar mirarlo cuando estaba distraído. Algo le decía que Jinki se había dado cuenta de eso, porque cuando estaban reunidos los tres juntos, Jinki debía irse de improvisto porque “tenía asuntos que atender”; no decía a dónde tenía que ir, sólo se iba, no sin antes mirarlo a él y a Jonghyun y sonreír mientras se despedía.
Kibum se lo comentó a Minah para saber qué es lo que ella pensaba, tal vez y fuera una enfermedad humana. Pero la pregunta de ella lo desconcertó.

Mirándolo, ella pestañeó hacia él. —¿Quieres casarte con él?

Kibum podría jurar que sintió como todo su cuerpo se calentaba, y pareció hacerlo aún más cuando ella se rió estrepitosamente.

—¡Estás rojo! —chilló, con sus ojos entrecerrados y una enorme sonrisa en el rostro.
Sí, bueno, él podía sentir eso. Incluso en sus orejas.

—¿Có-cómo que casarnos? ¿A qué te refieres? —se le dificultó tragar.

—¡Ya sabes! Casarte, ¡nuestros padres están casados también!

Los ojos de Kibum se abrieron, mientras el entendimiento golpeaba su cabeza. —Te refieres… ¿A la unión?

La unión era cuando dos seres decidían emparejarse de por vida, juntándose en cuerpo y alma para jamás soltarse. Se dice que incluso esa unión podría estar presente en cada reencarnación, que eran almas destinadas a estar juntas porque no todos se unían a sus amantes, sólo aquellos que verdaderamente querían estar durante toda su vida.

Minah asintió emocionada. —Aquí le llaman casamiento, ¿no es genial? —casi gritó de alegría —, Hyeri y Yura me lo dijeron; aunque… —frunció un poco el ceño —no creo que sea tan poderoso como la unión. Ellas también dijeron que las personas que se casan pueden separarse si el amor se termina, en la unión, el amor nunca se termina, ¿verdad?

Kibum dio un suspiro casi de alivio. Si las personas se podían separar luego de casarse, entonces significaba que no era tan poderoso como la unión. Sus padres nunca demostraron no amarse, ellos siempre que estaban juntos sonreían y se abrazaban mucho. Kibum podía ver el amor en los ojos de su padre cuando veía a su madre volver de alguna misión, y también podía ver la total ternura con la que su madre miraba a su padre cuando este bailaba o cantaba sobre un escenario.

Ambos eran completamente diferentes en sus formas de ser y sin embargo, a la vez, eran tan iguales.

—La unión no es algo con lo que puedas terminar. Es algo importante y sagrado. Algunos incluso dirían que de ello depende tu felicidad.

—¿Tú crees que sea así?

—Yo creo que la felicidad depende de uno mismo —negó Kibum.

Minah sonrió. —Tienes razón. Pero entonces, ¿qué es lo que sientes por Jonghyun?
Y de nuevo, las mejillas de Kibum se colorearon. —No lo sé… ¿Crees que… Crees que deba llamar a mis padres para preguntarles?

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⏰ Last updated: Jun 13, 2020 ⏰

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