Estaba disfrutando del débil masaje que me proporcionada inconscientemente, cuando accidentalmente sus uñas rasguñaron suavemente mi espalda y me hicieron gemir de forma baja y ronca.

Inmediatamente enterré mi cara en la toalla.

«Dios, espero que no lo haya escuchado...»

La sentí acomodarse, aún sobre mi trasero, y pasar sus uñas por mis omóplatos. Aunque esta vez no estuve segura de si era un accidente o no.

Esta vez mordí mi labio inferior para evitar gemir.

No es que yo tuviese algo con el sadomasoquismo, pero extrañamente amaba cuando Jisoo me rasguñaba... Había leído algo de eso en internet, y resulta que muchas personas lo hacen porque estimula el placer sexual o algo así... El punto es que, desde nuestra primera vez juntas, Jisoo lo había hecho. Inclusive llegó a hacer un pequeño mordisco en mi hombro izquierdo, y ahí descubrí que ella no podía llegar al clímax si no lo hacía. Era extraño... Pero definitivamente me encantó. No eran arañazos o mordiscos profundos, simplemente superficiales, así que no habría muchos daños colaterales; y cada vez que se sentía caliente o quería llegar al orgamo, ella me arañaba o mordisqueaba mi piel sutilmente. 

Esta vez, sin embargo, no sabía si lo hacía hecho por accidente o porque quería tener algo... Sea lo que fuere, me encendió a mí también. No pude evitar unir mis muslos ante las palpitaciones continuas en mi zona baja.

Ella movió sus caderas sobre mi trasero otra vez y paseó sus uñas nuevamente por mi espalda. Ahora estaba completamente segura de que no lo había hecho por accidente.

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Minji nos interrumpió.

—Niñas, ¿saben dónde están Lisa y Chaeyoung? No las he visto desde que dijeron que irían a casa por baldes y palas de juguete para hacer un castillo de arena.

Jisoo inmediatamente se bajó de mí y contestó como si nada hubiera pasado.

—No lo-

Pero Chaeyoung y Lisa llegaron al instante con los juguetes en las manos y sonrisas triunfantes.

—¡Aquí estamos! —chilló Chaeyoung, levantando la pala en sus manos—. ¡Y vamos a construir el mejor castillo de arena del mundo!

Lisa le entregó una cubeta a Jisoo y cuando estuvo a punto de entregarme una pala desistí.

—Dame la cubeta, voy por agua.

Ella asintió y me entregó la otra cubeta. Di media vuelta dispuesta a meterme en el frío mar, con la esperanza de que aquello enfriara mis deseos carnosos.

...

Luego de eso, extrañamente, Jisoo y yo no tuvimos más momentos calientes. Nos mantuvimos alejadas y daba gracias a que eso pasara, porque no estaba segura de que pudiera soportar más burlas.

Al anochecer, Minji y Sandara dijeron que nos llevarían a un restaurante, por lo que nos pidieron que nos vistiéramos apropiadamente —querían decir que nos quitáramos los trajes de baño ridículamente pequeños—, aunque no fuese un lugar elegante.

Como se suponía que no era nada elegante, opté por un atuendo completamente negro, que consistía en pantalones, camiseta corta —que dejaba ver parte de mi abdomen— y una chaqueta. 

Una vez vestida, y después de observarme al espejo varios minutos contemplando lo hermosa que soy, bajé las escaleras para reunirme con el resto. 

Lisa y yo chocamos puños cuando nos vimos. No íbamos tan diferentes, ambas teníamos practicamente el mismo atuendo, a pesar de que nunca le dijimos a la otra lo que usaríamos. La única diferencia entre nuestros atuendos era que su chaqueta era de Celine, y la mía era Channel.

Promise┊ChaelisaWhere stories live. Discover now