𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIENDO]

Ep.15: 牛舔

—¿Estoy bien?

San apartó su mirada de aquella revista adolescente para posarla sobre su acompañante, haciendo un mohín con sus labios.

—Demasiado formal.— frunció el ceño.— ¿Desde cuando te pones camisas abotonadas?

Jongho volteó hacia el espejo, mirándose de arriba a abajo nuevamente y mordiendo su labio, inseguro.

—¿Está mal?

—No... de hecho te sienta bien, pero es muy formal.— repitió chasqueando su lengua.— Úsala para cuando te cases con Kika superbruja.

Jongho no tardó en agarrar una de las blancas almohadas entre sus manos para luego lanzársela hacia el mayor, quien se carcajeó ante su vano intento.

El objeto apenas llegó a rozarlo.

—No lo llames así.

—Eres tan susceptible cuando se trata de Yeosang.

—Te daría la razón o no, si supiera el significado de esa palabra.

—Que estás perdidamente enamorado.— aclaró, haciendo ojitos acompañados de una sonrisa traviesa la cual JongHo tuvo ganas de golpear.

—No empecemos de nuevo, ayúdame a escoger qué ponerme.— San pareció dudar.

—Eres perfectamente capaz de hacerlo tú solo ¿Por qué debería?

—¡Porque tú tienes buen gusto!— alegó, haciendo lo que únicamente hacía cuando se encontraba desesperado; un puchero.— cuando salías con tu ex novia nunca tenías problemas a la hora de escoger atuendo y siempre te veías bien.

—Yo me veo bien siempre, incluso sin ropa, eso que te quede claro.— dijo alzando una de sus cejas, desafiante, y ahora sí, levantándose de la cama para colocarse frente al ajeno. Suspiró, analizándolo.— quizás esa camisa desabrochada con otra estampada debajo quedaría informal, pero sin perder la gracia.

Murmuró, concentrado en su trabajo temporal como ayudante, comenzando a desabrochar la prenda, botón por botón, inquietando al menor.

—¿No has pensado en estudiar algo como diseño y dedicarte a esto?

San bufó, sin despegar la mirada del contrario.

—Sí, y me gustaría, pero no tengo dinero como para pagarlo.

—Puedes pedir una beca.

—¿Crees que me darían una beca?— el rubio al fin se dignó a mirarlo a los ojos, Jongho se encogió de hombros.

—Por pedirla no pierdes nada. Siempre puedes ahorrar.— San parecía querer reírse a carcajadas, Jongho rodó los ojos.— ¡Venga ya! trabajas, y si no te gastaras todo el dinero en invitarnos a comer a mingi y a mí (cosa que agradezco) y en tonterías que no necesitas para nada, quizás en un año podrías estar estudiando la carrera de tus sueños.

—Primero que nada; el álbum de momoland no es una tontería y me ha proporcionado más felicidad en una semana que tú en toda una vida ¿Capichi?— Jongho asintió con la cabeza, riendo por lo bajo. San le quitó la camiseta y la tiró sobre la cama.— y segundo, puede que tengas razón.

—Wow, creo que es la primera vez que me dices eso ¿Puedo enmarcarlo?

—Idiota. Lo dices como si nunca te hubiera dicho nada bonito.— murmuró, dirigiéndose hacia el armario para escoger una camisa, lisa y de un azul oscuro, perfecta para combinar con la prenda abotonada decorada con líneas verticales.

Ponerse eso solo, pf ¿A quién se le ocurría?

—Pocas veces lo haces.— trató de no hacerlo notar, pero san fue capaz de atrapar un deje de lástima en su tono de voz.