Él le entiende

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Ochako siempre ha sido una persona a la que le gusta hacer sentir cómodos a los demás.

Incluso si en algunas ocasiones su lado tímido se despierta, le gusta hacer nuevas amistades y llevarse bien con todo el mundo.

Por eso, cuando Shouto empezó a pasar tiempo con ella, Izuku y Tenya de manera recurrente, no pudo hacer otra cosa que alegrarse.

Después de todo, el chico aparentemente más frío y solitario de la clase, ¡finalmente había decidido escogerlos a ellos como mejores amigos! De alguna forma era un honor.

Uraraka intentó acortar la distancia entre ella y el bicolor, ya que si Iida y Midoriya eran sus amigos, ella evidentemente no se podía quedar atrás.

Así que, como con el resto de las personas, trataba de hacerlo sentir cómodo y bien, portándose con él tan cercana como lo había logrado ser con Tenya, Tsuyu o Izuku. Y de hecho, daba sus frutos, pues Shouto incluso le llegó a devolver alguna que otra sonrisa.

Sin embargo, y a pesar del paso de los días, para la castaña seguía sin ser tan fácil y natural como cuando cuando se relacionaba con sus otros amigos.

¡Él era demasiado estoico!

A pesar de que su manera de solucionar los conflictos o distancias con los demás era simplemente actuar con amabilidad, sonreír o soltar comentarios positivos, a veces no tenía ni idea de qué hacer con Todoroki. ¿Le molestaría que ella hablaba demasiado? ¿Prefería un trato formal, o informal? ¿Acaso ella le caía bien tan siquiera?

No lo podía saber, ¡porque su cara no decía nada!

O eso creía, hasta que un día en los comedores de la escuela:

Una vez más, no sabía qué pensaba Todoroki. Parecía estar sumido en un extraño estado de reflexión, callado. Era su estado natural y a la vez no.

¿Pero cómo saber qué se le pasaba por la cabeza?

Tarde o temprano tendría que aprender a leerlo. ¡Qué clase de amiga sería si no!

Tras estar observándolo un rato, abrió la boca para preguntarle algo, sin saber exactamente el qué.

Pero antes de poder decir nada, Midoriya comentó:

— Oh, Todoroki-kun, ¿te has quedado con hambre? Toma el resto de mi katsudon si quieres. — le pasó su cuenco deslizándolo por la mesa, con una afable sonrisa. — Yo ya estoy lleno.

— ¿Seguro? — contestó con un tono tirando a indiferente, ganándose un asentimiento de aprobación por parte del ojiverde. —  Gracias. — dijo antes de agarrar los palillos y comer.

Uraraka se quedó a cuadros.

¡Todoroki no había dicho absolutamente nada!

Ni siquiera miró la comida de los demás con envidia, como la gente normal suele hacer cuando tiene hambre.

¿Acaso Deku-kun tenía telepatía?

Sero permanecía sentado en el banquito del pasillo que daba a la puerta del profesor Ectoplasm. En ese momento el maestro estaba atendiendo a Ojirou y luego lo dejaría pasar a él.

A cualquier hora de ese día, los estudiantes podían ir al despacho del profesor para saber la nota del último examen y revisarlo con él, para saber a profundidad los fallos.

Ciertamente estaba nervioso, ¡no quería otro resultado como el de antes del campamento!

En algún momento llegó Todoroki y se sentó a su lado.

Aunque el pelinegro buscaba conversación, Shouto le respondía con bastante brevedad, pero era cordial.

A Hanta esto no le molestaba para nada. Después de todo, era la personalidad de su compañero y así le gustaba a todos en clase. Tal y como era. Incluso resultaba gracioso.

Pero eso no quitaba que era difícil saber qué pensaba. ¿Y si lo estaba molestando? ¿O quizá necesitaba algo? ¡No lo podía saber, él era demasiado indiferente!

Entonces vio a una figura peliverde acercándose.

— ¡Hey, Midoriya!

— ¡Hola! —saludó alegre. — ¿Ustedes también han venido a ver el examen?

— Ajá. — respondió. Shouto sólo asintió. — ¡Deséame suerte! ¿si? Que como mucho llego al tres.

Izuku soltó una pequeña risa. — No digas eso, Sero-kun.

Pero, segundos después, centró su atención en Todoroki, algo sorprendido como si le hubieran dicho algo, y comentó:

— Ah, Todoroki-kun, ¿estás nervioso? No deberías estarlo, ¡a ti se te dan muy bien las mates!

« Espera... ¿qué? », pensó el azabache.

¡Si Shouto no había dicho nada!

Y tenía la misma cara tranquila de siempre.

Pero mayor fue su asombro cuando el heterocromático contestó:

— No lo sé... — se rascó la mejilla con el dedo índice. — Creía que me había salido bien, pero después todos empezaron a decir resultados distintos a los míos y ahora no estoy seguro de haber sacado una buena nota.

« ¡M-midoriya acertó...! », observó Sero perturbado.

Finalmente las notas de los exámenes fueron reveladas, y los compañeros de la clase A se preguntaban los unos a los otros en qué puesto del ranking se encontraban esta vez.

Mina, Kaminari, Kirishima y Aoyama deseaban preguntarle a Todoroki su posición, puesto que ellos habían sacado una nota muy baja y no querían abusar la bondad de Yaoyorozu, por lo que pensaban que quizá estaría bien pedir ayuda para estudiar a otra persona.

Sin embargo él estaba demasiado estoico.

¿Y si él había quedado en un mal puesto, y antes preguntándole terminaban haciéndolo sentir mal?

Pero antes de abrir la boca, apareció Midoriya diciendo:

— ¡Ah...! ¡Se te ve de buen humor, Todoroki-kun! ¿Ves como te dije que sacarías una buena nota?

El heterocromático esbozó una pequeña sonrisa:

— Sí, supongo que tenías razón.

« ¡Tiene un don! », pensaron todos con espanto.

Dekusquad!【BNHA】Where stories live. Discover now