Una nueva oportunidad para el desventurado (Mo XuanYu) - Mo Dao Zu Shi

Cap. 6 Paciencia

Ese día Mo XuanYu estaba vendiendo en el mercadillo como de costumbre. El sol colgaba brillante en el cielo, pero soplaba una agradable brisa fresca que lo ayudaba a no sofocarse con el intenso calor. Había pasado más de un mes desde su encuentro casual con Jiang MoChou, y no lo había vuelto a ver desde entonces ni había tenido noticias suyas. No podía decir que no lo extrañaba, pues su presencia aunque fuese breve era revitalizante para él. Ahora no estaba seguro de si volvería a verlo o si sus destinos se habían separado sin que él lo supiese. Ya lo consideraba un amigo, y la ausencia prolongada de un amigo siempre causa un sinsabor extraño en el corazón de las personas.

Cuando terminó su venta, se llevó cargando el carrito de madera para guardarlo. Fue ahí que vio a su jefe sentado al lado de una mesita, con una taza de té ya frío y un grueso pincel en la mano. 

—Gracias por tu trabajo, muchacho,— musitó el mayor mirando de soslayo a Mo XuanYu.

—Gracias, laoshi,— contestó con una reverencia.

El hombre seguía calculando algo y escribiéndolo en tinta sobre un pergamino de bordes amarillentos. XuanYu emitió un "Mm" sin separar los labios para llamar la atención de su jefe.

—¿Necesitas algo, Xiao Shaoran?— Preguntó el hombre adivinando las intenciones del joven.

—¿Podría, acaso... tomarme un par de días de descanso? Hay algunos asuntos que me gustaría atender, si laoshi me lo permite.

El hombre subió la mirada hasta el rostro de Mo XuanYu, escudriñándolo con un aspecto serio. Una sonrisa discreta se formó en sus delgados y arrugados labios.

—Por supuesto. Siempre trabajas tan duro que incluso me pregunto en ocasiones si eres humano.— Dijo en tono amigable, y enseguida soltó una risita.

Mo XuanYu se relajó y acompañó en su risa a su amigable jefe. Era bueno ser apreciado por una persona como él.

A la mañana siguiente, XuanYu estaba desayunando unos bollos rellenos de carne de cerdo que había salido a comprar cerca de la posada donde vivía.

—Estaba cansado, masticaba perezosamente. La noche anterior apenas y había logrado dormir; estuvo en vela cavilando acerca de muchas cosas, su mente estaba tan atiborrada de pensamientos que le había resultado imposible conciliar el sueño. Era extraño, fue la primera vez en esta nueva vida que él experimentaba tal intranquilidad. 

Después de limpiarse los dientes, salió decidido de su habitación, y sin demoras, se fue caminando con paso firme hasta Muelle de Loto. El clima animado del lugar más la cercanía del lago hizo que cualquier sensación de extrañeza y animosidad en Mo XuanYu fuesen reemplazados por calidez.

Sin saber qué hacer exactamente, se acercó lo más que pudo a las puertas de la Secta Yunmeng Jiang, unos 200 metros alejado de ellas. Permaneció detrás de unos árboles desde donde podía ver bien sin lucir tan invasivo. Después de unos quince minutos escuchó unos pasos ligeros acercándose a él. 

—Hola,— saludó una voz dulce. —¿Buscas algo?

Mo XuanYu se sintió un poco avergonzado de ser descubierto y un tanto abrumado por la situación. Al voltear vio a un jovencito que lucía no mayor a catorce años con ropas de la Secta. Estaba entrando a la adolescencia, por lo que su rostro seguía luciendo muy joven, pero se notaba que su voz aún estaba cambiando, lo que lo hacía lucir adorable, a pesar de lo cual emitía un aire formal que infundía respeto.

—Ahh... amm, verás,— comenzó XuanYu dubitativo. Cuando por fin halló dentro de sí el coraje, preguntó, —¿Sabes dónde puedo encontrar al Joven Maestro Jiang MoChou?