Capítulo 6;; Mamá volvió

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Le guiñó y sin decirse más fueron a casa mientras Nayeon le contaba alegremente una de sus anécdotas en la tienda departamental.

— Entonces Bambam se prometió nunca más asustar a un niño menor de tres años por más que le dijeran feo.

La menor no pudo evitar reír a carcajadas, era una historia muy graciosa y más al recordar el rostro del maniquí. Realmente quería conocerlo y hablar con él.

— ¿Mamá? ¿Qué haces aquí?

Sorprendida era poco, su madre había llegado del trabajo demasiado temprano. Se encontraba de pie en el marco de la puerta esperándolas. No podía entenderlo, entonces corrió hasta quedar a unos centímetros de su madre.

— ¿Murió la tía Hyo?

— Oh no, no hija. Cómo crees eso...

— Es que no entiendo porqué estás aquí a estas horas.

— Yo...

— ¡Se dió el día porque van a salir a pasear!

— ¡¿Qué?! — Madre e hija gritaron ante las nuevas noticias que daba Nayeon pero rápidamente Chaeyoung se corrigió.

— Es decir, sí. Iremos a pasear, así que arréglate.

La menor corrió al interior de la casa un poco indecisa pero justo al ver al interior del salón perdió el color, su piel se volvió pálida. Al lado del árbol y fotos hechas cenizas se encontraba sentado Jisung de su clase.

— Hola. — Le saludó amablemente el niño pero ella corrió afuera donde estaban sus mamás con la expresión en pánico.

— ¡¿Qué hace aquí Jisung?!

— Yo lo invité. — Confesó Nayeon con la mejor sonrisa.

La menor abrió los ojos como platos y regresó al salón un poco más calmada.

— H-Hola...

— Hola, tu casa es linda.

— Gracias. — Agradeció con una suave sonrisa que escondía lo avergonzada que se sentía.

— Nayeon me dijo que querías invitarme desde hace tiempo pero no te atrevías.

De nuevo la menor perdió el color, estaba en completo shock pero eso no impidió que saliera corriendo de ahí en dónde se encontraba su mamá y Nayeon conversando tranquilamente.

— ¡¿Cómo pudiste decirle que quería invitarlo a mi casa?!

— Bueno es que tú lo piensas...

— ¡Claro que no! — Estaba por explotarle la cabeza en ese mismo instante.

— Sí, lo leí en tu diario.

— ¡¿Qué?! ¡¿Leíste mi diario?! ¡¿Cómo te atreviste?!

— Pero...

— ¡No tienes excusa! ¡Eso es privado! — Las lágrimas albergaron sus ojos y cuando no pudo contenerlas más corrió a su habitación sin importar si su invitado la veía huir al piso de arriba.

En su habitación lloró mucho, se sentía avergonzada y había arruinado todo con Jisung, todo estaba perdido. No quería volver al colegio y tampoco volver a ver a Nayeon en su vida, había sido un grave error ese deseo.

Botó al suelo el collar que le había dado la mujer que le concedió el deseo y siguió con el llanto hundiendo el rostro en su almohada.

— Hija... — La voz de su madre le llamó desde el marco de la puerta. — Nayeon ya despidió al chico, ¿Qué te parece si salimos de aquí? Así te distraes, podemos ir a la feria que está en la ciudad o donde tú quieras.

La menor sorbió su nariz roja, asintió, quería irse de ahí y no tener que lidiar con Nayeon.

— ¿Irá Nayeon?

— No, ella no...

— Entonces vámonos ya.

Se levantó como resorte y salió con su madre ignorando por completo a Nayeon aunque no insistió mucho en hablar. La salida fue un rotundo éxito, se había divertido como antes lo hacían y no sé arrepintió por haber salido con su mamá, por primera vez sintió que no necesitaba de otra madre si la tenía a ella.

Gracias a su insistencia subieron a la montaña rusa, su madre la fulminó con la mirada cuando bajaron pero por el cabello hecho un desastre de su mamá no pudo tomarla en serio y sólo reía. Compraron un algodón de azúcar y jugaron a muchas cosas más en la feria.

— Ganaré un peluche para ti.

— Oh mamá, no soy una bebé.

— No es por eso, es por mi dignidad de madre.

Saludó a la encargada y le pagó por tres tiros. Debía disparar a las figuras que contenían el número 100 para alcanzar a elegir un peluche. Su hija suspiró rendida y observó.

Primer tiro fallido, le había dado a una figura que tenía 10 puntos. Suspiró tensa y se decidió tirar una vez más a otra figura que tenía 25 puntos. Entre cerró los ojos y agarrando bien el arma tiró de nuevo esta vez tirando una figura que decía 300.

— Oh dios mío ¡Mamá lo lograste!

— No podía fallarte.

La menor se rió cómplice pero al oír hablar a la encargada diciéndole que podía elegir un peluche más grande casi se atraganta, ella se negó y sólo eligió un peluche común color rosado que quedaría fantástico en su cama.

— Gracias mamá, fue divertido hoy...

Ya estaban de regreso pero cuando se detuvieron afuera de la casa no pudo decirle eso a su madre recibiendo una sonrisa por su parte.

— También yo, tenemos que repetirlo.

Eso en verdad le entusiasmó a la menor de edad.

Pero al llegar a casa las luces estaban apagadas, fue en ese momento que se preguntó si Nayeon ya se había ido a dormir....

Pero al llegar a casa las luces estaban apagadas, fue en ese momento que se preguntó si Nayeon ya se había ido a dormir

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❝ Una mami para navidad ❞ || NaChaengTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang