Dumb

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Pasaron dos semanas y no había vuelto a ver a Namjoon, tampoco lo busqué, no tenía los ovarios para encontrarlo y disculparme con él. Me comporté como una idiota al proponerle eso sin que me conozca. Ha tenido que sentirse realmente incómodo, incluso acosado.
Había algo extraño en todo esto, y es que yo no soy así normalmente. Soy una persona introvertida, pero él tenía algo -mucho más allá de que fuese lindo- que me atrajo de una manera inexplicable y logró sacar a esta persona totalmente loca.
—A lo mejor ese chico...es producto de tu imaginación. -excusó Victoria.
—¡No estaba delirando! Era bastante real. 
—Bien, ya no le des más vueltas. Se acabó. 

Victoria se sentó en frente de mío y me tomó de los hombros.

—Tengo la solución a tu problema, niña.
—Canta...y pobre de ti que sea una fiesta
—Un club, sí, pero de lectura.
—¿Qué? ¿Así es como según tú, voy a sentirme mejor con respecto a mi vida y con la estupidez que hice la semana pasada?
—Tú misma dijiste que leer te transportaba a una segunda dimensión, algo así como las drogas.
—Pues así es...
—¡Así quedamos, chiquita!

Al día siguiente, fui hacia el último salón del quinto piso, donde se supone estaba el club de lectura. Fui la primera en llegar y le mandé como veinte mensajes a Victoria preguntándole dónde estaba y que ya le había guardado un lugar a pesar de que no haya llegado nadie aún.
Decidí bajar por un café mientras llegaba Victoria, pero alguien me bloqueó la salida.
—Este es...el salón del club de lectura ¿Verdad?
Carajo, qué susto me dió, pero es Namjoon, me cago, me cago, me recontra cago. 
—Pues sí -respondí con una voz bajita y chillona que apenas escuchó él.
Levanté el rostro con mucha vergüenza.
—Ah, eres tú... -se apoyó en el Marco de la puerta.
—Sí. Yo de nuevo. 
—Espero que hoy no me propongas escapar del club de lectura, eso será imposible porque amo leer.
—Lo imaginé, la gente está aquí porque quiere. Talleres libres que ofrece la U... tú sabes.
—Lo sé bien. -Respondió cortante.
—Yo...
Vamos idiota, discúlpate. Ha dado el primer paso para que lo hagas, es momento de ser valientes.
—Tú...
—Justo iba a bajar por un café ¿Vienes?
—Seguro, te acompaño.
Él se dió la vuelta y aproveché que no me estaba viendo para mirarlo con ilusión, de verdad es muy adorable.
—Entonces... -me señaló incómodo.
—Ah, Ariana.
—Claro, Ariana ¿Qué carrera estudias?
—Artes escénicas
—Qué valiente. Uno de mis mejores amigos también estudia eso, pero no aquí.
—Wow ¿Si? Bueno, es algo lindo aunque no tengas la certeza de qué vaya a pasar después...
—En mi opinión, la carrera de un actor es la más completa que pueda haber.
—¿Eh?
—Claro, interpretas un montón de papeles a lo largo de tu carrera. Eres muchos personajes distintos, necesitas ser versátil para ello. Una vez que lo eres, puedes hacer lo que sea, por eso digo que es completa.
Me quedé muda unos segundos después de lo que dijo. Este chico lo entendió todo, creo que ni siquiera debería mencionarle qué significa actuar para mí, de hecho ya tendría una mejor respuesta que yo en cuestión de segundos.
—Oh, yo opino lo mismo, aunque es muy difícil ser versátil. -fue lo que pude decir.
—Ya lo eres.
—¿Qué?
—La semana pasada eras impulsiva y atrevida. Hoy apenas sabes qué decir...
—¡Un momento! Claro que sé qué decir.
—¿Ah sí?
Bien, este es el momento.
—Sí. Lo que quería decir era...que lamento mucho haberte incomodado ese día, no debí decirte que evadas tu clase.
—¿Por qué lo hiciste? -levantó una ceja.
Ahora sí me agarró.
—Pues...-inventa algo, imbécil- pensé que eras alguien y me confundí.
—Pero preguntaste mi nombre antes.
—Sí, o sea creí haberte visto en otro lado y quería asegurarme de que fueses esa persona.
—Y a esa persona...¿En dónde la habías visto antes?
Me hubiera gustado decir "En mis sueños. Bueno no, solo sé que ese día tuve una manera rara de empezar la conversación contigo. Si fuese un sueño, te pediría que no me despiertes nunca"
—Es que era un sujeto que pues, me llamó la atención.
—Ah mira tú...
Nam sacó su billetera y le pidió a la señorita de la caja dos brownies.
—Y tú...¿Qué estudias?
—Estaba en ingeniería y me cambié a comunicaciones.
Me reí fuerte y di dos vueltas, toda exagerada.
—¿Hablas en serio?
—Cuando eres bueno en números y te presionan en casa en que debes dedicarte en lo que sirves, pues suceden estas cosas.
—O sea...
—Verás, opino que la gente debe empezar a hacer lo que se le de la gana y no hacer las cosas solo porque le salen bien. A mí se me puede dar bastante bien los números, pero no es lo que quiero.
Este chico me deja anonadada con cada cosa que dice. Es bastante listo, sabe hablar y sabe lo que quiere.
—Wow, pues sí, tienes razón. -alcancé a decir.
Namjoon y yo volvimos al aula, en la que estaba una señora de edad con una pila de libros en la carpeta de maestros.
—¡Pero si es Namjoon! -dijo la señora extendiendo los brazos hacia él.
—Miss ¿Qué tal?

Vaya, al parecer le tiene mucho aprecio. Me dieron ganas de pegarme un tiro de solo imaginar que todos en la universidad ya lo habían visto excepto yo. Tal vez Victoria sí lo conocía de vista, pero no dijo nada para que no me alarme. Tal vez, ella sabía que Nam estaría aquí, por eso me dijo que viniera y se tardaría en llegar a propósito. Es el crimen perfecto, que espere nomás a que nos veamos y la voy a ahorcar.
—Miss, ella es Ariana, está en la facultad de Artes.
—Mucho gusto, linda. -me dió la mano.
—Igualmente.
—Ari, cuando termine la hora iré con unos amigos a practicar Freestyle ¿Vienes?
—Ah, te refieres a...
—Sí, las batallas de rap.
Me cagué de risa mentalmente, pero solo asentí.
—Seguro que sí.

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