—¡Corre!— rió mientras tomaba la cintura de la chica con una mano y con la otra sostenía una sombrilla.

Se escabullían por las calles de la ciudad, buscando un local que estuviera abierto a pesar de aquella tormenta que les estaba azotando.

—¡Mira Junnie!— tomó su muñeca y le hizo correr aún más rápido hasta que llegaron a la entrada de una cafetería.

El mayor cerró el paraguas y lo sacudió, seguido de eso, su ropa.

La chica imitó su acción.

Al estar lo menos mojados que pudieron, entraron al establecimiento.

Una campana sonó cuando la puerta fue abierta.

Los recibió una chica bastante alegre, pues una enorme sonrisa adornaba su rostro.

Se sentaron en una mesa apartada de la entrada y tomaron el menú.

—Pediré café, ¿y tú?

—No soy muy fan del café, prefiero un té.

Sus miradas se cruzaron por milésima vez en ese día.

No es como si les molestase, al contrario, les encantaba, como sus hermosos ojos conectaban con el del otro y se perdían en aquellos ojos.

No es como si les molestase, al contrario, les encantaba, como sus hermosos ojos conectaban con el del otro y se perdían en aquellos ojos

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Miró por la ventana por unos cuantos segundos.

Divisó a una pareja, quienes jugueteaban y se daban pequeñas muestras de afecto.

Se sintió mal consigo misma.

Quería volver a tener una relación así con su chico.

Sentir su calor y su protección.

Ahora solo podía tener miedo.

Miedo de él...

Al salir del lugar donde habían estado anteriormente, la lluvia golpeaba aún más feroz la zona

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Al salir del lugar donde habían estado anteriormente, la lluvia golpeaba aún más feroz la zona.

El rubio abrió la sombrilla y volvió a abrazar a la chica.

Quédate bajo mi paraguas.

Una enorme sonrisa se extendió por sus mejillas.

Caminaron juntos por aquellas calles.

Junnie...

—¿Si?

—¿Me protegerás siempre?

Detuvo su andar, extrañando a la femenina.

La miró frente a frente.

—Siempre, no dudes de ello. — besó sus labios.

Una lágrima resbaló por su mejilla

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Una lágrima resbaló por su mejilla.

Cayendo en la tela que protegía la mesa en donde estaba sentada.

No se dio cuenta cuando estaba hecha un mar de sufrimiento, trataba de ahogar sus sollozos, pero no podía.

Las personas en el lugar escucharon sus lamentos, volteando a verla.

Con las miradas en ella, solo pudo atinar a levantarse de la mesa y correr al sanitario.

Abrió la puerta de este y la cerró con llave, no quería interrupciones.

Se recargó sobre el lava manos y cerró los ojos con fuerza.

—¿Por qué...? ¿P-por qué tuviste que cambiar... Y lastimarme...? Rompiste tu promesa...

Cayó al suelo de rodillas, abrazándose a sí misma.

Estaba herida.

Totalmente debastada.

Y sola...


les dije q se iba a venir cargadito ksajs

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les dije q se iba a venir cargadito ksajs

deos, cuanto apoyo le están dando a esta historia uwu

eso me demuestra que sí les gustA

「️유독 한 」️ T O X I C  ━━  YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora