El dulce aroma a café invadió sus fosas nasales, haciéndole suspirar profundamente el olor.

La paz inundó por completo su ser y pareciera que los problemas se fueron al sentarse en la mesa en la que frecuentaba.

Cuando el chico que atendía se acercó a ella, solo sonrieron, pues sabía de sobra qué pediría.

Iba ahí casi todas las semanas, y casualmente los días en los que ella iba ese chico trabajaba, tenían una especie de amistad extraña, no se hablaban mucho pero se conocían bastante.

Como unos viejos amigos.

Pero sin ser viejos amigos...

Tomó entre sus delgadas manos el libro que se encontraba en su bolso y lo abrió para comenzar a repasar con la mirada el texto impreso en ese papel amarillento y viejo.

La tarde era tranquila, cielo nublado, la sueve brisa fresca y las calles no tan transitadas como de costumbre.

Levantó su vista del libro y miró con atención al muchacho frente a ella.

—Un té de limón y unas galletas de chocolate blanco, rara combinación pero es lo de siempre. — sonrió mostrando sus hermosos hoyuelos.

—Gracias Soobin. — le devolvió el gesto.

—Oye, hoy salgo más temprano de lo normal así que... Me preguntaba si quisieras ir a ver alguna película conmigo o algo. — rascó su nuca.

—Bueno yo... — lo miró nerviosa.

Sabía muy bien que si de alguna manera u otra Yeonjun se enteraba de que salió con él, la mataría.

Definitivamente lo haría.

Si se ponía terriblemente agresivo cuando un chico siquiera la miraba o coqueteaba un poco sin que ella iniciara la conversación o le mirase.

—Estos días estaré ocupada... Tengo que cuidar a mi... Abuela. — tomó nerviosamente un sorbo de su té.

—Oh, está bien, podrá ser otro día si quieres... — sonrió de lado.

Ella asintió un par de veces.

—Sí, lamento no poder, pero me gustaría conocerte mejor.

Un leve sonrojo se asomó por las pálidas mejillas del de cabellos morados.

—Por supuesto, yo me tengo que ir... — señaló detrás de él y se retiró de la mesa.

Nuestra protagonista suspiró pesadamente.

No quería herir en lo más mínimo al lindo y tierno Soobin, en verdad le caía bastante bien y se notaba que era un chico atento y amable.

Abrió el paquete en donde estaba su galleta y la llevó hasta sus labios.

«Pero... Yeon también parecía ser un chico tierno cuando lo conocí...» pensó.

Los recuerdos vinieron a su mente de repente.

Los recuerdos vinieron a su mente de repente

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「️유독 한 」️ T O X I C  ━━  YeonjunWhere stories live. Discover now