¿Porque no decirme que me amas? [NaruSaku] [✓]

Capítulo 3

Naruto hizo un puchero y se sentó a un lado de su pareja

—Sakura-chan, ¿Porqué no me dices que me amas?— preguntó tajantemente

La oji-jade soltó una pequeña risa y lo miró a los ojos, iba a hablar pero sintió algo subir por la boca de su estómago y cerró sus labios

—¿Te pasa algo, Sakura-chan?— cuestionó preocupado el rubio

Ella negó con la cabeza, para luego levantarse y retirarse al baño, a dónde la siguió su pareja

El oji-azul se quedó afuera del cuarto del baño público del nosocomio, colocó su oreja pegada a la puerta y escuchó las arcadas

Su esposa estaba vomitando

Sakura estaba sentada en el piso del baño frente a la taza del inodoro limpiando su boca

—Mierda...— soltó por el malestar

—¿Estás bien? Sakura-chan— preguntó el futuro Kage con auténtica preocupación

—Sí— exclamó, estaba apunto de levantarse pero el vómito se lo impidió

Naruto no le gustaba escuchar esos sonidos, así que se alejó un poco de la puerta

Intentó volverse a levantar, ahora consiguiendo el propósito y se lavó la boca

Ahora la mujer tenía que hallar la forma de decirle a Naruto, aunque ella quería que fuera especial, no como lo fue para ella

La oji-jade salió de los inodoros y tenía a su esposo frente de ella

—Hay que ir con Tsunade-obachan— seriamente habló el Uzumaki

—¿¡Qué?!— preguntó un poco asustada —¡No, no!— negó

La médica no quería que su maestra se enterará aún y si se daba cuenta que tenía ascos iba a saber que efectivamente estaba embarazada

—Tenemos que irnos a casa— habló el héroe ninja

—Estoy bien, Naruto, déjame terminar mi turno— pidió

—No— negó Naruto —Tengo que cuidarte— justificó —Ahora me tienes a mí para cuidarte—

Sakura sonrió por la preocupación del carismático rubio

—¿Quieres que te cargue?— ofreció el hombre

—No, estoy bien— contestó —Solamente me queda una hora de mi trabajo, voy a la casa después—

—Tengo que cuidarte, eres mi esposa, Sakura-chan— exclamó muy decidido

—Puedes quedarte si quieres— la mujer no iba a ceder

—Lo haré'ttebayo— aceptó —Pero si vuelves a vomitar nos vamos—

—Te besaría, idiota, pero en estos momentos no puedo— dijo con una sonrisa la peli-rosa

—Con un te amo me bastaría— soltó con ilusión el Uzumaki

—Naruto...— llamó con los brazos cruzados —Mira, Kakashi-sensei— informó al ver al peliplateado

El futuro Kage se escondió por un pasillo

—¿Naruto?...— cuestionó y pensó un poco —¡Te fuiste sin el permiso de Kakashi-sensei!— escandalizada exclamó

El de marcas en las mejillas le pidió que se callará por favor

De suerte el actual Hokage solo estuvo poco tiempo, pero la mirada acusadora de la Haruno aún se mantenía

—Los chicos me apoyaron en ésto... quería verte— confesó con un poco de nervios

Sakura estaba enojada con una mano en la cintura y antes de soltar un regaño duro contra él, se le ocurrió una idea

Llevaría a Naruto a la sala de maternidad y le soltaría la verdad antes que alguien se diera cuenta o Karin se lo dijera

—Te perdono si vas conmigo a pediatría— dijo a un joven que esperaba un regaño

—¿Bien?— soltó bastante confundido

Sakura emprendió camino y Naruto la siguió, a él todo le estaba resultando muy extraño

Se colocaron en la ventana donde se veían a los recién nacidos, había pocos y todos estaban despiertos

—¿No son hermosos?— preguntó  la oji-jade con un brillo que despertaba la añoranza en ellos

—Estan arrugados— soltó sin delicadeza el rubio —Pero sí, son bonitos—

—Naruto— llamó tomando su estómago —Tú...—

—Va ser difícil para los padres ¿No?— comentó haciendo que ahora Sakura cayera en la confusión —Ser padres debe de ser una gran responsabilidad— habló y rasco detrás de su cuello —Creo que no sería un buen padre aún, por eso nos cuidamos ¿No?—

Eso desánimo a la contraria, realmente el oji-azul no tenía interés en ser padre y eso le dolió a Sakura

—Naruto...— llamó firmé

No había vuelta atrás, ya estaba embarazada y no le importaba que pasaría

Los ojos azules del rubio la miraron con atención

—Yo...estoy em....— no terminó la mujer al ver que una rubia se acercaba

—¿Em... qué?— preguntó el de tes bronceada

—Buenas tardes, Sakura, Naruto— saludó Tsunade

—Hola de nuevo, Maestra— respondió

—Sakura-chan, me iba a decir algo importante, Tsunade-obachan— exclamó el Uzumaki —¿Em... enamorada... embobada...?— dió opciones

Tsunade veía con desconfianza lo que pasaba y más que estuvieran dónde estaban los bebes

—Naruto— llamó la de ojos miel —¿Serías un buen padre?— preguntó seriamente la quinta Hokage

—Sakura-chan no está embarazada, baa-chan— exclamó algo cansado

—¿Y si lo estuviera?— preguntó un poco enojada la excelente médica

—Pues...pues...— nervioso titubeó — Trataría de ser el mejor papá del mundo— soltó el rubio

—¿Porqué?— preguntó con autoridad

—Porque amo mucho a Sakura-chan y nada me haría más feliz que formar una familia con ella— respondió un poco sonrojado

Las dos mujeres sonrieron

—Ahora vete a mi consultorio, es tu revisión mensual— ordenó la Senju a lo que el hombre hizo caso —No debes de preocuparte...— comentó mirando a Naruto irse —Tu esposo es un tonto, pero será un buen padre, te ama— dijo mirando a la Haruno —Eso lo logra todo—

Sakura sonrió a su maestra, ella al parecer no sabía nada, pero realmente agradecía su apoyo

—¿Cree que yo seré buena madre, un día?— interrogó a la Senju

—La mejor— respondió con tranquilidad

—Gracias, maestra— agradeció con una sonrisa cálida

—Pero cuando lo tengan no dejes a Naruto sólo con el bebé no se que cosas podrían ocurrir— bromeó la de ojos color miel

—Lo tendré en cuenta— contestó con una leve risa

Tsunade se fue con el Uzumaki dejando a Sakura y a lo que en ese momento era un feto con una sonrisa, aún tenía miedo pero con Naruto a su lado veía todo tan simple y tan fácil de superar que sabía que había elegido a un buen padre para su bebé