PRIMOS | trueno.

₂₀

Jᴜᴀɴᴀ

Y ahí me encontraba, en la cama, recién habíamos terminado de tener relaciones con Joaquín.

Los dos acostados en mi cama, yo apoyoda sobre su pecho desnudo mientras le hacia mismos y él me tenia agarrada de la espalda.

—Se sintió tan bien —dijo mientras me miraba.

—La vetdad que si —le dedico una sonrisa. Tenía que fingir que si se sintió bien.

No estuvo mal pero con Mateo se sentía mejor.

—¿Que querés hacer mañana? —me pregunta.

—Mira joa —me levanto mientras me tapo la parte de arriba con la sabanas—Te perdonó y todo, pero yo... ya no t-te amo, y no esta bueno estar con alguien que no amas, y yo no te amo.

Él se levanta de golpe y me mira enojado.

—¿Hay otro, verdad? —si.

—No, no es eso —no le puedo mentir me conoce tan bien.

—¿Entonces?

—Ya no te amo Joaquín, ¿que querés que te diga?

Me agarra del brazo y me llevo fuerte contra la pared.

—Joaquín soltame, me asustas.

El me soltó, mientras agarraba sus cosas.

Por otro lado me volví a poner la ropa que tenía puesta.

Una vez que Joaquín ya estaba listo lo acompañé hasta la puerta para poder despedirlo.

—Chau joa. Estoy segura que vas a encontrar a alguien más —le dije tratando de sonar amable.

—Si como sea. Espero que vos también.

Cerré la puerta y me encontré con Mateo, que nos estaba espiando detrás del sillón.

—Ya te vi Mateo, salí de ahí —digo riendo.

Él me hace caso y se acerca hasta donde estaba. Creo que esta enojado, lo digo por su cara que esta bastante seria.

—¿Que paso? ¿Por que esa cara de culo? —digo riendo, pero me detengo al ver que él sigue igual que antes, sin expresión.

Él cierra los ojos y comienza a negar con su cabeza.

—Luego de que te puso los cuernos viene asi de un día para al otro y te dice algo y vos lo perdonas —me dice mientras se acerca hacia mí.

—¿Quien dijo que yo lo perdone? —dije con una sonrisa mientras me acercó más a él.

—Los gemidos se escuchaban eh —dice serio —Igual conmigo gritas más fuerte —al escuchar eso me puse roja y al mismo tiempo comencé a reírme.

—Bueno no voy a negar que en una tenes razón pero yo no lo perdone, de hecho le dije que ya no sentía nada más.

—¿Por que? —es medio boludo este pibe eh.

—Mateo —me mira —¿Te has enamorado alguna vez?

—No, jamas —parece estar diciendo la verdad digo por que lo dijo muy confiado.

—Bueno, cuando sientas amor te vas a dar cuenta.

No quería seguir con esta conversación por que no iba a llegar a ningún lado, por que es medio boludo para entender las cosas, creo yo

Decidí ir a mi cuarto mientras que él se iba a quedar a seguir jugando con la play, es lo único que hace.

Mᴀᴛᴇᴏ

Una vez que Juana se fue a su pieza, llame a kmi para que venga por que le tenía que pedir ayuda con esto, no sé que hacer.

Luego de unos minutos llego mi mejor amigo. Fuimos hasta mi cuarto para poder hablar en privado sin que nadie nos escuche.

—¿Que pasa gato? —ríe

—Juana —veo que vuelve a reír más fuerte.

—¿Que paso santiagueño? ¿Se te dio vuelta la tortilla? — se ríe. Uh este pibe está ebrio para reír por todo.

—Mira no hablemos por que sos el menos indicado para decirme santiagueño —deja de reír y ahora soy yo quien se ríe.

—Vine para ayudarte, ¿no?

—Se se cambiame de tema trolo —rio.

—Bueno dale decime que paso —se sienta en mi cama el muy vago.

—Estoy confundido, la paso re bien con Juana, y no sé si es por que no nos vemos hace rato o por otra cosa.

—Fua yo ni idea, yo solo tengo un garche diferente y fue, para que tanto.

—Me encanta tu ayuda —digo sarcástica.

Bueno al final quede en que voy a dejar que las cosas fluyan y vemos hasta donde llegamos.

Ahora se acaba de ir kmi a su casa, por que es gobernado por su propia hermana.

Escucho que tocan la puerta de mi pieza. Me levante para ir abrir.

Me encontré con Juana, que estaba mordiendoce el labio, como si estuviera desesperada.

—Teito —dice tirándose arriba mío —Te necesito —no me quedó otra que hacerla upa.

—¿Que pasa jua? —pregunto burló.

—Te necesito —me susurra mientras hace que nuestros labios rocen.

No puede que esta piba me pueda de esta forma.

Cerré la puerta y la agarré a upa para llevarla hasta la cama, que creo que es lo que más necesitamos los dos en este mismisimo momento.

...

Casi 800 palabras, me tienen que amar siempre hago los caps de 600 jj.