Godzilla X Evangelion Parte 2: Pecado del Génesis.

La ira de Ghidorah

31 de diciembre de 2015

Ghidorah escaneó Tokio-3 mientras volaba por encima, en busca del ser-que-eran-dos-seres. Él entrecerró los ojos cuando lo vio boca abajo en el barro dejado por el retroceso del tsunami. Con un rugido hostil, se estrelló contra el suelo junto a él, aterrizando sobre sus pies y extendiendo sus alas para la máxima intimidación.

Godzilla no respondió.

Ghidorah ladeó la cabeza central en confusión mientras que sus cabezas derecha e izquierda se inclinaron para examinar el ser-que-eran-dos-seres. Olfateando su cuerpo inmóvil, no pudo evitar sentir una oleada de decepción. Había estado esperando una pelea.

Con un rugido de ira, golpeó con sus tres cabezas como una víbora, sus dientes rompieron fácilmente la piel de Godzilla. Inyectó electricidad directamente en Godzilla, con la esperanza de despertarlo.

Los ojos de Godzilla se abrieron de golpe cuando de repente se dio cuenta de su situación. La electricidad sacudió su cuerpo con dolor, rompiéndose entre los puntos donde sobresalía la armadura metálica del Eva.

Godzilla intentó rugir, pero encontró algo que lo bloqueaba mentalmente. Era otro ser que estaba dentro de él, no, que lo controlaba.

El Evangelion Unidad-01

Godzilla lo intentó de nuevo, solo para encontrarse empujado de nuevo a su subconsciente cuando el Eva sacudió el choque momentáneo de la electricidad de Ghidorah y volvió a ejercer su control sobre él.

Ghidorah pudo sentir la agitación que envolvía el cuerpo de Godzilla. Por un breve momento, fue como si la criatura encarcelada en su propio cuerpo hubiera alzado su fea cabeza, solo para ser empujada hacia abajo.

Enfureció a Ghidorah, al ver lo que los seres inteligentes de este mundo le habían hecho a esta criatura. Ghidorah fue destructivo, pero tenía mucho respeto por otros seres semejantes a dioses, y ver a uno de ellos sometido a tal tortura era exasperante.

Con un rugido violento que resonó en Tokio-3, despegó con un estallido masivo de sus alas. Cuando llegó a varios miles de metros de altura, comenzó a volar hacia el monte. Fuji
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Shinji corrió con la mano de Rei agarrada de la suya mientras Ghidorah se acercaba a ellos. Se dirigían de regreso a la montaña con las masas de pánico de Tokio-3, con la esperanza de evitar lo que estaba por suceder.

Ghidorah se colocó sobre el monte. Fuji y lanzó una carcajada que perforaba las orejas cuando la luz comenzó a emanar de su cuerpo. En un solo instante, la luz se unió a través de sus cuellos y dentro de sus bocas, estallando en forma explosiva. Las tres vigas doradas golpearon el monte. Fuji y atravesó la montaña, extendiéndose como telarañas en su mitad superior.

Shinji y Rei estaban a salvo por el momento, al estar ubicados en la mitad inferior del momento, pero esa seguridad duraría poco.

monte Fuji comenzó a desintegrarse. Con el poder de Ghidorah fluyendo a través de él, la gravedad comenzó a distorsionarse, levantando pedazos de la montaña desde el suelo hacia el aire.

Los ciudadanos de Tokio-3 solo podían ver aterrorizados cómo Ghidorah arrancó la cima del monte. Fuji lo sostuvo en el aire, una masa de roca y tierra que vibraba y vibraba y que ya no se parecía a la cima de una montaña.