𝐌𝐢 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨 [𝐎𝐜×𝐀𝐧𝐢𝐦𝐞 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨]

Historia de una cultura y un pasado (I)

En las afueras de cualquier simple vista, un clan de luchadores salvajes y con muy poca piedad se mantenían ocultos.
Estaban tan aislados que incluso se creía que eran un cuento, no tenían contacto externo ni siquiera para algo tan común como el comercio.
Se decían llamar el Clan Yaiba.

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¿Qué representa este nombre? además de un clan, por supuesto, el amor por el filo de sus espaldas. Pero eso TN ya se lo sabía como si fuera inhalar y exhalar aire puro del bosque.
Algo que la diferenciaba no era su fuerza, ni tampoco su valentía o su familia, no, era una marca en su estomago que jamás supo si era una mancha de nacimiento o un tatuaje. Y algo más...pero era algo que desconocía por completo, si sabía, que eso provocaba que todo el mundo la dejara de lado.

Su clan podía ser duro y estricto, pero es por su bien...para fortalecer generaciones actuales y proteger también las antiguas y futuras. Los niños no se trataba con dulzura en los entrenamientos, eran tratados como si entrenarán adultos mayores. Lo que provocaba que eso no era para cualquiera, como TN, esa niña debilucha que apenas podía con su propio peso por su clara torpeza.

Hoy era un día importante, se veía por la tensión que se veía en la calle. Madres y padres aconsejando a sus hijos, asegurándose que no olvidarán nada o estuvieran bien comidos para el entrenamiento más duro de sus cortas vidas. ¿Qué se avecinaba? La prueba más importante que se dá cada 50 años por parte de los supremos de su pequeña sociedad, la oportunidad para que un niño sea elegido a ojos personales La Líder, Lexa Yaiga. Una mujer prodigio desde sus primeras lanzadas de navaja y tiras de arco y flecha.

Lexa no se disgustaba con lo que veía, pero tampoco le fascinaba. A pesar que estaban nerviosos veía potencial en ellos. Sus grititos de guerra le sonaban tan adorables como gatitos maullando.

Tomó un descanso, fue lo mejor que pudo hacer para que los niños recuperacen el aliento, y de paso, ella tomarse unos minutos para pensar que carajos es lo que haría a continuación. Hasta que un zumbido la despertó de sus pensamientos, metros más adelante de ella, no en la escuela, el comienzo de la feria, se oía un hombre enojado insultando pareciera, un niño o una niña. Se acercó pero no lo suficiente para que notarán su presencia, sin quere que su influencia interviniera.

TN, la reconocía, la pequeña de grandes ojos verdes como manzanas, una piel de porcelana manchada de pecas y su cabello, que debía ser un gris común ahora estaba mas oscuro por la tierra, parecía un nido de avez por lo despeinada que estaba. En sus manos había una bolsa llena de carne cuál debía ser la causa del problema.

Fué divertido incluso para alguien tan seria como ella, ver como la niña huia del enojado señor con sus piernas flacas, esquivando a las personas por la calle. No era hábil ni fuerte en lo absoluto, pero tenia velocidad, reflejos, y resiliencia, a pesar del miedo. Aunque eso parecía más por la desesperación, eso no le importaba. Eso es lo que ella estaba buscando.