Capítulo 1

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*Kara Pov.*

¿Qué voy a hacer? Él me lo prometió, prometió que me buscaría. Por su culpa me habían echado de la residencia donde vivía, dejándome sin trabajo. Ser la encargada de la limpieza en una residencia de habitaciones parece un trabajo degradante, pero teniendo en cuenta que no pude terminar mis estudios porque mis padres fallecieron y terminé criándome en un orfanato, esto fue lo mejor que pude encontrar. Pero tenía que venir Mike a mi vida, enamorarme, aparecer en la residencia y robar ese dinero. Por su culpa me echaron. ¿Y qué pasó? Lo estoy buscando. Aquí estoy, en la estación tren con tan poco dinero que ni para un boleto tengo. Esperando que un milagro ocurra mientras solo me dedico a llorar. ¿Por qué mi vida tenía que ser tan miserable? Recosté la cabeza en la banca y dejé que las lágrimas cayeran lentamente. Odiando que mis padres hayan muerto y preguntándome por qué Mike me dejó así. ¿Por qué no me fue a buscar? ¡Tengo que encontrarlo! ¿Por qué me traicionó así? Necesito una explicación.
Mi único sueño es poder tener una familia que me quiera con alguien que quiera estar a mi lado. Ya he perdido demasiadas personas. ¿Por qué no puedo tener lo que todos tienen? ¿Qué he hecho para merecer esta soledad?

*Lena Pov.*

Estaba de pie contra la pared húmeda de la estación de tren mientras escuchaba a una señora quejarse de su vida. Decía que su vida era trágica porque había encontrado a su marido acostándose con la criada. ¿Vida trágica? ¿Vida trágica porque su marido le metió los cuernos? Si vamos a hablar de vida trágica mejor hablemos de la mía. Soy Lena Luthor, hija de Lord Lionel Luthor. Familia con mucho dinero y distinguidos de la música. Los tres hijos de la familia violinistas igual que su padre. ¿Pero qué pasó se preguntan? Pues, mi hermano falleció y no volví a tocar un violín en mi vida. Pero aquí estaba yo, en la estación de tren. Salí corriendo de casa para escapar de la dura conversación que tuve con mis padres, donde me decían que regresaría al conservatorio de música o de lo contrario tendría que hacerme cargo del negocio familiar. Una maldita empresa de seguros que data desde principios de los años 20.
Él era mi todo. Mi mundo. Mi querido hermano. Y hace un año que me siento vacía, donde siento que algo falta en mí. No estoy completa sin él.
Miré los rieles húmedos por la lluvia y antiguos, mostrando lo añejo de los pasos de los trenes que han pasado por encima, con miles de historias por contar.
Mi corazón latía a mil por hora mientras mis manos sudaban. No podía seguir en este mundo... ¿Para qué? Mi vida ya no tenía sentido. Mis lágrimas caían mientras miraba los rieles, dando un paso cada tantos minutos. Escuchaba el tren por llegar, no tardaría mucho en aparecer. Miré a mi alrededor para buscar alguien que me impidiera terminar con mi vida y vi a una chica dormida en una banca no muy lejos de mí. Detrás de ella había un hombre de aspecto demasiado desalineado, claramente un vagabundo. La miraba con atención y se acercaba poco a poco. Miró hacia mí y regresé la mirada a los rieles. ¿Iría a robarle? Miré a la distancia, notando las luces del tren hacerse notar, mostrando lo rápido que venía. Era mi momento, aquí terminaría con mi vida.

Mi corazón subió a mi garganta y un mareo me invadió en la zona de los ojos. Todo me giraba. Tenía miedo. ¿Dolería morir atropellada por un tren? ¿Será rápido?
Miré hacia donde venía el tren y cuando observé hacia esa dirección noté al vagabundo que estaba estirando su mano para robarle algo a la chica. Estaba tratando de sacarle algo de su bolsillo. Y por la forma en que iba vestida podía notarse que no tenía nada encima. Algo en ella me dio lástima. Y en ese momento, la luz del tren invadió mis ojos y por estar mirando a la chica mi oportunidad de saltar al tren se perdió.
Fue escuchar el sonido del tren pasando y frenando que me di cuenta la locura que había estado por cometer. Sacudí la cabeza, respirando con dificultad y viendo que el vagabundo se iba corriendo luego de que la chica despertara y buscara desesperada algo en su bolsillo.

—¡¡No!! —Gritó mirando para todos lados en el suelo—. ¿Dónde está? ¿Dónde está mi dinero? ¡Dios, no!

Me sentí culpable al ver que se cubrió la boca y quedó arrodillada llorando angustiada. ¿Ese era todo el dinero que tenía y acababan de quitárselo? ¡Pude haberlo impedido! ¡¡Maldición!! Me insulté a mi misma por ser una idiota y me acerqué a ella.

Dream on a train station - Supercorp AUWhere stories live. Discover now