LA CABAÑA

1K 77 2
                                    

Pov Omnisciente

-¿Y? ¿Te gusta? -preguntó el chico expectante mientras la ojiverde recorría la cabaña con la vista. La entrada estaba ilumina con lámparas velas y el camino a la cabaña era de piedra, la cabaña parecía un tanto vieja así que la ojiverde supuso al chico le debió tomar todo el día limpiarla-

-Me encanta -contestó por fin dándose la vuelta enrollando sus brazos alrededor del cuello de Cameron y dándole un tierno beso en los labios-

-Y a mí me encanta que te encante -dijo Cameron con una sonrisa poniendo un mechón de pelo detrás de la oreja de la ojiverde- vamos, no limpie esa cabaña para que solo la veas por fuera -bromeó y Lauren soltó una risita caminando de la mano junto al chico-

-¿De quien es? -preguntó la ojiverde mientras Cameron buscaba las llaves en sus bolsillos, una vez la encontró abrió la puerta-

-Era de mis abuelos, aquí vivieron cuando llegaron de Cuba -respondió el chico sonriendo- quedó de herencia para mi padre, pero solo la uso de galería -sacó una venda de su bolsillo del saco- pontela

-Estoy parece cada vez más un secuestro Cabello -dijo la ojiverde con diversión y el chico hizo un puchero- está bien, odio que hagas eso...

-Ambos sabemos que lo amas -la contradijo el chico mientras amarraba la venda y la ojiverde bufo. Cameron tomo su mano y la fue cuando hacia su destino- escalón -iba indicando para que la chica no se tropezara- llegamos -le susurró al oído sacándole la venda dejando ver la terraza con vista a la playa unos metros más abajo-

-De verdad te esmerazte -dijo la ojiverde divertida y el chico hizo una mueca, ambos caminaron hasta una manta en el suelo que tenía una canasta encima-

-Perdon por no tener los muebles, la mayoría de cosas que habían aquí estaban podridas -dijo haciendo una mueca de desagrado y la ojiverde rio mientras el castaño le pasaba la copa de vino-

-Salud -ambos bebieron y comenzaron a comer- ¿La hiciste tú? -preguntó y el chico asintió- ¿Y no quemaste la cocina?

-Por poco y nos quedamos sin cabaña -le siguió el juego y la ojiverde soltó una risa. Siguieron comiendo y conversando, entre esas conversas la ojiverde le preguntaba por Irlanda y el chico le respondía hasta que llegó la pregunta de oro-

-¿Y hubo alguna chica? -preguntó de la nada y Cameron se atragantó- vaya, entonces si la había...-no pudo evitar sentir celos y Cameron lo notó, así que se acercó a ella tomando su mano-

-Si, la hubo -debía ser honesto y la ojiverde sintió más celos aún- pero nunca la amé...supongo que siempre te ame a ti, solo que no me di cuenta hasta que volví -eso la relajo un poco más pero no del todo. El chico no sabía que más hacer y como si fuera arte del destino por la radio comenzó a sonar "Can't Help Falling in love" de Elvis Presley. El chico se levantó ofreciendo su mano- ¿Me permite esta pieza señorita? -dijo con una sonrisa-

-Haces bien el papel -sonrió toma do su mano y el chico la ayudo a pararse. Bailaron al compás de la canción-

- Wise men say
Only fools rush in
But I can't help
Falling in love with you

Shall I stay
Would it be a sin
If I can't help
Falling in love with you?

Like a river flows
Surely to the sea
Darling, so it goes
Some things are meant to be

Take my hand
Take my whole life too
For I can't help
Falling in love with you -cantó el chico para separarse un poco de la ojiverde y ambos se miraron a los ojos-

Hola, mi nombre es Cameron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora