Capítulo 36

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—Ehh —dice Julio intentando pensar una excusa, pero no se le ocurrió nada— Luego te explico ¿Vale? Solo no le digas a André

—Esta bien, pero me dices eh

Julio un poco preocupado se fue a su habitación para seguir durmiendo, pero antes le puso un mensaje a Isa, el de todos los días, pero esta vez tendría que cambiar el "Nadie me vio" por:

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Alguien me vio Enviado

El único que falta es Rhener y André, pero nadie gritó, entonces supongo que él Recibido

Si, ahora hay que explicarle Enviado

¿No dirá nada? Recibido

Me dijo que no Enviado

No lo hará, entonces Recibido

No, bueno sigue durmiendo Enviado

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Ya eran las 11:30 cuando todos se despertaron. Julio aún seguía nervioso por toparse a Rhener, no diría nada, pero estaba muy nervioso, tan nervioso que quemó el pan y el café le quedó fuerte por lo que tuvieron que comer cereal de nuevo, ninguno se quejaba, les encantaba el cereal, más si traía malvaviscos y efectivamente el que compraron tenía.

En toda la tarde no pudieron hablar con Rhener ya que cuando intentaban hacerlo, André llegaba y no lograban decirle. Isa tuvo que proponer ir a la playa para ver si así lograban decirle, pero tampoco. Julio le dijo a Esteban que se llevará a André a dar una vuelta por toda la playa para hablar con Rhener.

—Ahora si ¿Me pueden explicar? —pregunta Rhener— Y rápido, que luego viene André

—Bueno —empieza Isa— Julio y yo somos novios, ahora todos menos André lo saben y esperamos que siga así

—Queremos ser nosotros quienes se lo digamos —dice Julio—

—¿Cuando le van a decir? —pregunta Rhener—

—Cuando volvamos y cuando Esteban se enteró nos dijo que todos nos querían juntos —dice Isa— ¿Tú igual?

Rhener estaba serio, se veía que no estaba de acuerdo con la relación y eso asustaba muchísimo a Isa y Julio.

—¡Pues claro que sí! —dice Rhener emocionado y Julio e Isa soltaron un suspiro de relajación— Desde siempre los he shippeado y ahora que son novios mi sueño se hizo realidad ¡No saben lo feliz que estoy!

—Ay que dicha —dice Isa— ¿No dirás nada?

—Claro que no —responde Rhener—

—Gracias —dice Julio—

Luego de confesarle a Rhener todo a Isa y Julio se le quitaron los nervios y ya disfrutaron de la playa. Los niños del otro día estaban ahí y al instante reconocieron a Isa y Julio por lo que fueron donde ellos y les pidieron jugar y ellos aceptaron plácidamente. Esteban y André ya habían vuelto del paseo que dieron y vieron a Isa y Julio jugar con los niños, cosa que les pareció hermoso. Esteban pensó en una mini Isa o un mini Julio, que algún futuro espera eso y André pensó en lo tiernos que se veían jugando con los niños, no le paso por la mente que ellos estaban juntos, ni en un futuro un hijo de ellos, nada de eso, solo ternura. Alan y Guido que andaban comprandose algo de comer cuando vieron la escena pensaron lo mismo de Esteban, al igual que Rhener, él aún estaba procesando la noticia, siempre los quiso juntos, soño con eso y ahora que al fin estaban juntos no se lo podía creer, estaba demasiado emocionado.

(...)

Isa estaba durmiendo plácidamente en su habitación hasta que escuchó unos gritos provinientes de la parte de abajo así que bajó a ver que era lo que estaba pasando. Cuando entró a la sala vio a los seis chicos que estaban con ella subidos en los sillones hechos una bolita.

—¿Que pasa? —pregunta Isa—

—Una cucaracha —responde Alan— Matala

—Esta bien —dice Isa poniendo los ojos en blanco—

Isa cogió el veneno y le echó. Los seis chicos bajaron de los sillones y se fueron a la cocina, pero salieron corriendo.

—¡Araña! —grita Julio—

—Ahhh —grita Isa subiéndose en un sillón—

—Isa, matála —dice Guido—

—Nop, yo ahí ni loca me acerco —dice Isa abrazando a Julio, ya que estaban compartiendo el sillón—

—André, ve tu —dice Isa—

—Claro que me coma a mí —dice André indignado—

—Así te conviertes en Spiderman —lo "alienta" Isa—

—Buena idea —dice André— Pero no

Los siete chicos se quedaron subidos en los sillones sin hacer nada, muertos del miedo por la araña.

Tocaron la puerta y del otro lado dijeron que eran Andy, Agus y Jandino, por lo que los dejaron pasar sin tener que abrirles. Los tres chicos recién llegados tuvieron que ahogar una carcajada al ver a los siete chicos subidos en los sillones con miedo.

—¿Que les pasa? —pregunta Andy riéndose—

—Una araña —responde Alan y Agus y Andy se subieron en los sillones—

Agus no se dio cuenta que se subió en el sillón donde estaba Alan y se puso bastante nerviosa, pero no le importó, había una araña y nada era peor que eso. Jandino era el único valiente que no le tenía miedo a las arañas y entró a la cocina dispuesto a matarla.

—¡Ahhh es gigante! —grita Jandino mientras salía corriendo de la cocina—

—¿Que hacemos? —pregunta Esteban—

—Yo digo que le dejemos la casa a la araña —propone Guido— ¿Quién me apoya?

—Yo —responden todos—

—Genial —dice Guido—

—¿Si llamamos a un exterminador? —propone Andy—

—También me parece —la apoya Andy— ¿Tienes tu teléfono a mano?

Andy sacó su teléfono y llamó a los exterminadores. Los exterminadores llegaron una hora más tarde y también tuvieron que ahogar una carcajada al ver a los diez chicos subidos en los sillones. Les ordenaron a los chicos salir de ahí para echar el veneno que era bastante tóxico y dañino. Los diez chicos salieron casi que volando de la casa por el miedo que le tenían a la araña.

Alan estando fuera de la casa se puso a pensar en que decirle a Agus, estuvo pensando, pensando y pensando, pero no lograba nada, todo era muy ridículo o muy repetitivo y eso lo frustraba bastante, quería decirle lo que sentía, hablar con ella, pero no sabía cómo acercarse a ella e iniciar una conversación. Estaba a punto de irse de ahí, pero algo o mejor dicho, alguien lo detuvo.

—¿Podemos hablar? —pregunta la chica que hace ya dos semanas lo traía loco—












Hace mucho no había Alantina
¡Espero les guste! ♥️💫

My Brother's Best FriendWhere stories live. Discover now