〔25〕

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Era de noche.

El día anterior, Jihoon había intentado tener algún tipo de contacto con Soonyoung, pero nada.

Se la pasó el día entero en el jardín de niños si debería ir o no a donde Hansol lo invitaba.

Sabía que en la noche no tendría tiempo con Soonyoung, ya sea porque este estaba trabajando con Jun o solo porque, se sentía cansado. Y eso iba  aburrir al menor. No quería molestar a su novio intentando conseguir algo que ahora parecía imposible.

Llegó hasta su casa, abriendo la puerta. Poca esperanza en él quería ver que Soonyoung estaba en casa, si ese era el caso, preferiría quedarse con él a estar saliendo con Hansol.

Pero no. La casa estaba inundada en un silencio. Sola y triste.

Jihoon suspiró, dirigiéndose hasta su habitación, sacando una chaqueta más gruesa y, hecho eso, salió de nuevo.

Buscó por unos cortos segundos hasta encontrar el lugar, entrando y, viendo directo en la barra a Hansol.

Con ojos cansados, y sin ganas de estar ahí, Jihoon comenzó a acercarse a él.

Le dió unas leves palmadas en la espalda para llamar su atención. Hansol giró, viendo sorprendido a Jihoon.

—Si viniste...— sonrió.

—Supuse que no sería tan malo.

El menor río, haciéndose a un lado para que Jihoon pudiera tomar un banco y sentarse junto a él.

La música a todo volumen podían ser un problema para Hansol a la hora de hablar. Pero a Jihoon lo menos que le importaba ahora era hablar con ese chico, solo quería distraerse, claro, estar ahí no era la mejor manera de hacerlo, pero por lo menos olvidaría por un rato el hecho de que ya no tiene tiempo con su novio y ahora lo tiene que pasar en un bar. Triste.

Veía la boca de Hansol moverse, indicando que estaba hablando con él, pero, siendo sincero, Jihoon no tenía ni él mínimo interés de estar hablando con él. Prefería tomar, ver a la gente a su al rededor hacer cientos de cosas, no quería estar ahí. Era estúpido pensar que estando ahí se le olvidaría lo pobre que se estaba volviendo su relación con Soonyoung. Pero, tampoco quería irse.

—¿Jihoon?— no hubo respuesta.—¿Jihoon?— aún sin respuesta.—¡Jihoon!

El mayor giró levemente, mirando al chico a su lado.

—¿Que quieres, Hansol?

—¿No quieres ir a bailar un rato? Pareces estar muriendo ahí sentado.— rió.

Jihoon lo pensó por unos segundos. De verdad se estaba aburriendo ahí, no sería mala idea bailar.

Se levantó indicándole a Hansol una respuesta positiva, haciendo que el menor se animara un poco más y comenzara a seguirlo hasta la pista.

Era incómodo estar así con Hansol, estar tan cerca, siendo apachurrados por un mar de gente a su al rededor, solo escuchando la música.

Jihoon seguía en su mundo, eso fue, hasta que sintió la mano del menor pasearse por su cintura. No tuvo tiempo de reaccionar cuando ya tenía a Hansol demasiado cerca de él.

Sentía su respiración chocar contra su rostro, apenas y podía verlo con todas las luces, no podía alejarse pues el agarre era demasiado fuerte.

Sin previo aviso, Hansol juntó sus labios, aún tomando al mayor por la cintura y sintiendo los brazos de este chocar contra su pecho.

Jihoon intento alejarse, pero le era imposible, su cabeza se sentía ligera y la música cada vez era más silenciada por un silencio pesado.

Seguía besando al menor. Era el alcohol, ¿cierto?

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Esta historia de Soonhoon tuvo poco, ¿me perdonan? :(

L. J. H. - (•SoonHoon•)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora