oasis

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Dos días parecían ser dos semanas en ese infierno de arena.

-Suficiente, no voy a seguir, mi vida no es tan valiosa como para esforzarme tanto.-

La melancolía en su voz era palpable.

-No te pregunte si querías seguir o no. Vamos a ir juntos, no podemos caer ahora, hay gente que depende de nosotros.-.

Era la quinta vez que tenían la misma discusión.

Lily miraba sus manos, tocaba sus labios, bajaba la visión a sus pies e intentaba llorar, pero ninguna lágrima salía de sus ojos. Su cuerpo estaba reseco, achicharrandose lentamente.

Eyad titubeó.

Habían empezado ese viaje con la ilusión de encontrar la más mínima pista de donde se encontraba su hija. La desesperación y el desasosiego los dejó varados en busca de agua en tierras áridas e inhabitadas.

Una serie de Escrituras para nada relacionadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora