Todas las noches mi cuerpo sienten manos diferentes sobre el, ya sean de hombres o mujeres, ser sumisa no es complicado en estos tiempos. Después de cada encuentro sexual me baño, claro lloro como la primera vez pero todo se olvida cuando logró volver a hacer una sumisa más, diferentes personas controla mi cuerpo y mis caricias.
Nunca he experimentado hacer el amor, nunca he pensado enamorarme, sería perder mi tiempo y mi pequeño sueño se unió a este deseo, deseo que nunca se acabará.
-ven- me llamo una mujer mayor que yo.
Camine hacia ella con cierto encantó en mis movimientos, cuando llegue toco mi cuerpo desnudo, sus manos eran frías y grandes.
-eres tan hermosa y sexual- volvió a hablar.
No recuerdo con cuantas personas me he acostado hasta ahora, realmente no es necesario.
Volvió a coger mi cuerpo pero más fuerte, vi como tenía 3 cintas gruesas en sus manos, la primera me la puso en mis ojos, sí ellos supieran el miedo que me invade está acción no la haría, la segunda la sentí en los manos y las amarró con fuerza y brusquedad, la última la sentí en mis pies y estos se quedaron completamente pegado, luego ella volvió a besar mi cuerpo, ser sumisa es algo que escogí.
Lo bueno es la pequeña cantidad de dinero para cumplir mi sueño.
-MARIANA, 20 AÑOS.
su sueño es ser una gran psicóloga.
