blood game ;; norenmin

sidewalk

—¿Qué harás? ¿Saldrás tirando todo?

—Ese no es plan.

—¿Cuál se supone que es? Estas pidiendo cosas que se van de nuestras manos, hay límites y este plan tuyo ha superado todo.

—¿No confías en mí acaso? ¿Crees que no pueda ejecutar el plan?

—No se trata de que puedas ejecutarla o no, si no de quienes estarán a tu lado al momento de hacerlo, ¿estás seguro de confiar en ellos?

—Van a venir por mí, de eso estoy seguro. ¿Por qué no usarlos? ¿Qué tiene de malo?

—No tiene nada de malo, pero confiar en ellos...

—No estoy dejando mi vida en ellos, no haría nunca— le respondió caminando alrededor de su celda—. Pero no podemos solo nosotros, necesitamos su poder destructivo. Necesito que todo esto se venga abajo, que no quede más que escombros con su sangre.

—Respeto tu decisión, pero esta vez no estoy de acuerdo, no podemos confiar en ellos, no cuando pueden cambiar de bando en cualquier momento, un solo testimonio de...

—¡No digas su nombre! No merece ser nombrado, no lo merece.

—Renjun...

—Voy a llamarlos, a incentivar que vengan por mi cuando sea necesario, haré que destruyan todo para luego destruirlos yo. Solo me interesa salir libre de este lugar con la información necesaria y con Yeri.

—Se los comunicaré, mientras tanto es mejor que descanses, estuviste dando muchos incentivos de dolor hacia los demás estas últimas horas, si estás dormido, no te dolerá demasiado y no podrás enviar las señales.

—Cuida de Yeri, Hanji. No quiero despertar y saber que algo le paso; y si algo sucede lo consideraré traición.

—En nuestra especie la traición a la familia real es castigado con muerte, nadie sería lo suficientemente loco para ir contra tus deseos.

[...]

Jaemin corrió con fuerza, azotó la puerta del despacho de Taeyong, lugar donde se mantenía una reunión de los últimos lugares inspeccionados.

—¡No está!

Taeyong le causó un escalofrío al ver los ojos rojos brillantes mirándolo para escuchar explicaciones.

—¿Quién no está? ¿Jeno volvió a desaparecer?

Otro estruendo se escuchó, la puerta yacía en el suelo, los ojos violetas de Jeno con mirada fija en Ten.

—Lograron cortar el hilo que nos une.

—¿Cortar? ¿A qué te refieres?

—¡Sucede que han cortado el hilo que nos une, y eso solo se logra cuando alguien muere! ¡Antes sabíamos que estaba vivo porque con dificultad se podía sentir su energía, pero ahora es diferente! ¡No hay nada!

—Y lo último que vimos antes de que rompieran— Jeno se acercó a Ten con ira—, fue tu rostro, tu mendigo rostro. Habla, ¿dónde lo tienen? ¡Dónde está!

—¡No sé de lo que hablan! ¡No he salido de esta base en semanas, me vigilan porque supuestamente yo los ayude a ir por Renjun cuando está al otro lado del país! ¿Crees que yo tendría tiempo para todo eso? ¡Soy solo un humano!