el peso de un pecado que no es mío (meliodas y tu) (TERMINADA)

.cap. 7 querido diario.

Un silencio incomodo, reino en el lugar, Alcira, veía a sus dos amigos, con una gran seriedad. Al igual que ellos a ella, la hibrida soltó un suspiro, tranquilizándose, paso su mano por su rostro, respirando hondo, para poder hablar con tranquilidad

-¿Qué hacen aquí? –fue lo primero que dijo viéndolos, mael y elizabeth, se confundieron

-¿no está claro? Vinimos por ti Alcira –dijeron al unísono, viendo a la hibrida

-si es así, váyanse, no pienso volver al clan de las diosas, estoy bien aquí –su voz salió fría y sin emociones

-Alcira ¿Por qué te fuiste? –pregunto, la oji azul con tristeza

-ya no lo soportaba más, es todo, estar en un lugar donde no te aprecian, y solo te usan, o maltratan, sabes perfectamente que yo no me sentía bien allí, elizabeth –dijo Alcira, cerrando sus ojos suavemente

-pero escapaste, ¿porque no nos dijiste algo? –pregunto, el albino a la castaña

-¿Qué? ¿Para qué me detuvieran? No gracias-dijo con indiferencia

-realmente no te hubiéramos detenido- elizabeth, trato de acercarse, pero Alcira dio un paso atrás

-¿hubieran aceptado, que viniera a este lugar con...un demonio? Con el hijo mayor del rey demonio ¿querian que les dijera "¡hey chicos!, en unos dias me voy a escapar con el sucesor al rey demonio, quien es mi amigo desde niños"?  –pregunto mirándolos, los ojos del arcángel y la diosa, se abrieron hasta más no poder

-entonces ese si era el... -murmuro mael anonadado

-¿n-nos traicionaste desde hace tanto? –pregunto entre tartamudeos la mujer albina

-con el siempre me sentí cómoda –hablo serena, volteando la mirada, viendo como el rubio, entraba al bar con la peli negra-con él me sentía yo misma, siento que encajo por fin, en un grupo, me siento cómoda estando con él, y con mis nuevos amigos, por eso no volveré –Alcira, volvió a ver a sus dos amigos

-Alcira, aun no es tarde, puedes volver, no diremos que eras amiga de ese demonio –propuso mael, mirando a la castaña

-¿era? ¡Soy su amiga! –exclamo con enojo-¡ yo no lo niego! ¡él es y siempre será alguien preciado para mi! ¿entienden? ¡Él no es alguien en quien debo desconfiar! ¡me demostró todos estos años que él estaría ahí para para mi!

-vamos Alcira, es un demonio, es claro que solo te usa, siempre fuiste muy ingenua –trato de hacerla cambiar de parecer mael

-siempre fui ingenua, eso sí, pero sé que él no me usa, lo veo en sus ojos, cuando veo como me habla, siempre lo hizo de una manera muy diferente, a los demás, estoy segura –hablo frunciendo el ceño

-no seas ilusa –mael le extendió su mano- vuelve con nosotros

-¡no! –Exclamo, dando media vuelta, y comenzando a caminar- por favor, si puedo confiar en ustedes, no le digan a nadie –pidió, alejándose de ellos, dejando atónitos al arcángel y a la diosa

(...)

Alcira sonrió alegremente, viendo el hermoso vestido que estaba frente a ella, sus ojos violeta brillaban con intensidad, estaba más que agradecida, por tal belleza, sus ojos violeta, se posaron, en él un chico de ojos amarillos, y cabello castaño, parecía ser un niño, y este estaba encima de una almohada verde

-gracias, me encanta –agradeció sonriente, admirando el bello vestido rosa intenso ,con una cinta en la cintura de color negro, parecía ser que era corto, y que realzaría su hermoso cuerpo, siendo bastante fresco, y cómodo como para el verano