O n e

745 64 11
                                    

Jefferson pov.

Llegue a casa luego de un largo día en el infierno, y por infierno me refiero a la secundaría,  estaba exhausto, tuve que aguantar a un montón de imbeciles en detención. ¿Y por qué  fui a detención?, pues no aguanté las ganas de partirle la cara a un idiota por tumbar mis cosas.

Las verdad esto no era nada raro, mi vida está llena de problemas, mis padres no me prestan atención, siempre están muy ocupados para hacerlo. 

Entre por la puerta de la cocina, había recorrido  quince calles de la a escuela a la casa debido a que perdí el autobús.

—Hola Jeff, ¿Como estuvo tu día? —Saludo papá,  claro, sin quitar por ningún momento la vista de su computadora.

—Como siempre. —Respondí sin tomarle importancia, sabía que no me escuchaba así que no perdería mi tiempo contándole.

—Me alegro. —Rode los ojos con desdén sin mirarlo— ¿Como estuvo el viaje hacía acá  con Joel?

—¿De que hablas? —Tire mi mochila en el piso— Corrí quince calles hacía acá porque perdí el autobús y un perro loco me perseguía. -Por primera vez se dignó a mirarme. 

—¿Tu padre no fue a buscarte hoy? —Cuestiono, note como su tono cambio y ahora se escuchaba molesto.

—No... ¿Se suponía que debía?

—¡Si!, ahs, tu papá es un irresponsable.  —Con una de  sus manos golpeó la mesa, mientras que con la otra posaba sus dedos en la punta de su nariz con notable estrés.

—Tranquilo,  a lo mejor tenía cosas importantes que hacer. —Me encogi de hombros. Me acerqué al refrigerador y saqué una lata de Coca-Cola.

—Oh claro, Joel siempre tiene cosas importante que hacer. —Protesto en tono sarcástico. Se levanto de la mesa y furioso salió de allí. Negué con la cabeza, agarré mi mochila y me fui hacía mi habitación.

Habían pasado unas horas en las que estuve haciendo mi tarea, oí llegar a Joel y no tardaron en escucharse los gritos de papá.

—¿Como es posible que hayas olvidado ir por tu hijo?  —Escuche el grito de papá.

—Lo siento, ¿Ok?. Lo compensare. —Se disculpó Joel.

—¡Tu siempre dices eso! —Reclamo papá.

—Lo siento, Erick.

-Un lo siento ya no es suficiente.

—¿Donde está Jeff?

—En su habitación.

No escuche nada más,  solo los pasos de Joel en las escaleras, me lancé a la cama y miré el techo por unos segundos. La puerta se abrió.

—Hola Jeff. —Me sente en la cama para verlo.

—Hola Joel. —Le devolví el saludo.

—Se dice; papá. —Se acercó a mi, yo solo reí.

—No creo que este listo para dar ese paso. —Se sento a mi lado y acaricio levemente mis rizos.

—¿Cuando lo estarás? —Pregunto con decepción.

—No lo se, te divorciaste de papá cuando yo tenía un año, no vienes seguido, para mi es imposible no verte como un extraño. —Joel solto un suspiro

—Lo siento. —Fue lo único que dijo.

—Ya nos cansamos de tus "Lo siento" —Papá apareció en la puerta de mi habitación viéndonos a ambos.

—Él tiene razón. —Apóye a papá.

—Es curioso, ustedes jamás me han perdonado uno de mis "Lo siento".

—No lo mereces. —Dijo papá cruzándose de brazos.

—¿Tu crees eso Jefferson? —Me pregunto, solo asentí.

—Ya ni siquiera te conozco. —Su mirada se llenó de tristeza, hasta vi unas lágrimas acumulandose en sus ojos,  mi padre apretó los labios, hasta pude ver una pizca de preocupación en sus ojos,  quizás solo fue mi imaginación.

—Cŕeo que debo irme. –Dijo antes de levantarse. Ahí está de nuevo, Joel Pimentel siempre escapando.

—Es una buena idea. —Apoyo mi padre. Joel trató de verme a los ojos pero los aparte.

—Adiós hijo.  —Joel pasó por el lado de papá quien no mostraba expresión alguna en su cara. Ambos salieron de mi habitación dejándome solo de nuevo. Oí murmullos, así que me levanté y me pegué a la puerta.

—El director llamó, Jefferson golpeó a uno de sus compañeros. —Escuche decir a papá.

—¿De nuevo?

—Si. —Oí un suspiro de su parte— ¡Ya no se que hacer con él Joel!... He estado viendo... Folletos de internados. —Ahogue un grito en mi garganta ocultando mi rabia, querían deshacerse de mi.

—¡Estás loco! —Grito Joel.

—¡No!, Estoy siendo razonable, tú no vives con él, tú no sabes lo difícil que es lidiar con todo esto.

—¿Y pretendes que yo pague un internado? —Mi rabia creció. ¿Solo le importaba el dinero?. Senti como una lágrima rebelde escapaba de mi ojo. 

—No, no tienes de que preocuparte por eso, lo tengo todo bajo control. —Dijo papá.

—Bien. —Escuche pasos alejándose y entendí que ambos se habían ido, y yo me desplome en el piso contra la pared.

Golpee está varias veces con mi cabeza mientras abrazaba mis piernas y repetía una y otra vez la misma oración; Ojalá nunca de hubieran conocido, ojalá nunca se hubieran conocido, ojalá nunca se hubieran conocido...




Se que dije que la subiría en la noche, pero, ahorita no tengo nada que hacer así que lo subí uwu, espero les haya gustado mucho mucho osi.

Nohe-

Deseo // Joerick Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon