Capitulo 1: La Familia Ory

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Capitulo 1

La Familia Ory

Todo sucedió demasiado rápido. Mis padres, unos magos muy respetados en todo el mundo mágico por su influencia en la prisión de Azkaban, no me lo habían dicho hasta esa tarde. Recuerdo sus palabras...

-Skye, llama a Drinky y dile que prepare tu equipaje. Nos vamos por un tiempo.

Idiotas. Cómo si yo no supiera lo que pasaba. Desde que se rumoreaban los asesinatos de personas muy influyentes en el tema del Ministerio de Magia, mis padres estaban muy inquietos. Os los describiré:

Mi madre, Sarah Ory, era una mujer alta y muy flaca, demasiado. Siempre he pensado que sufría de anorexia, pero comía. Después pensé que vomitaba, pero nunca la ví escaquearse al baño. Conclusión: Simplemente, está en los huesos de nacimiento. Nada sano.

Su cabello es como la misma seda negra que utiliza en sus vestidos para reuniones importantes. Cortado sobre el hombro, resaltando sus ojos azules y cristalinos. Ella siempre ha sido perfeccionista. Todo lo quiere perfecto. Qué pena que no le entre en la cabeza que la perfección no existe.

Ahora os hablo de mi padre, Josh Ory. Tiene cuatro años más que mi madre, pero aún así, parece hasta más joven que ella. Posiblemente porque cuida su salud, al contrario de mi madre. El siempre ha tenido esos ojos azules hipnotizantes. No como el azul de los ojos de mi madre, que son más helados y sin brillo. Los de mi padre, son profundos, de azul oscuro que podría pasarse por negro, excepto para las personas más observadoras. Un azul como la noche encendida por la luna. Su cabello es castaño, un castaño tan claro como el blanco. Aunque le salieran canas no se notarían.

Él, aunque siempre ha intentado consolarme por mi soledad en nuestra mansión, donde recibía clases particulares, nunca me ha válido. Da igual cuanto haga por mí, y no digo hagan porque mi madre no cuenta. Ellos solo se preocupan por la buena sociedad, y creen que por ser "importantes", no les harán ningún daño. Yo creo que no es así.

Ahora estoy aquí, tirada en mi cama mientras el elfo de mi familia vacía mi habitación con un solo chasquido de dedos. Ese elfo que sonría sincero, se llama Drinky. Me encantaba de pequeña, y me sigue encantando. Es un elfo muy picarón. Siempre sonreía y le gustan los cotilleos, pero nunca los dice por ahí. ¿A quién se los iba a decir si no podía salir de la mansión? Mis padres se limitaban a darle ordenes y él las cumplía al pie de la letra, pero solo porque yo se lo pedí. No es como los otros elfos, obsesionados con tener amo y servirle para toda su vida, no, Drinky no es así. Un día lo pillé echando una poción en el té mañanero de mis padres, no fue hasta que me acerqué para preguntarle que hacía, que me di cuenta de que aquello que vertía en las tazas de porcelana blanca era veneno.

Desde entonces se convirtió en mi único y mejor amigo.

Lo sé, no se suelen hacer amigos cuando lo pillas intentando matar a tus padres, pero sinceramente, yo lo he pensado más de una vez.

Ya lo sé, diréis, ¿por qué tanta presentación de los demás, y sin saber mi nombre completo? Bueno, tenéis razón, me presentaré.

Mi nombre es Skye Ory, y tengo dieciséis años. Para mi desgracia, he heredado una cosa de mi madre, y no, no es la delgadez extrema que te hace mirar a otro lado. Es su pelo, pero el mío a diferencia, es mucho más largo. Y bueno, he sacado los preciosos ojos zafiros de mi padre, lo único bueno de él. Bueno, no es verdad. Él solo ha acertado una de seguramente más de cien, en la lista de cosas hechas para mí. En esa lista está incluida mi dormitorio gigantesco y de empapelado pastel, demasiado pastel para mi gusto... Lo que quiero decir, es que esa única cosa que hizo que me sintiera como una hija de verdad, fueron mis primeras zapatillas. No, no digo ni zapatillas de deporte ni de otro tipo. Digo de zapatillas de ballet. Me encanta el ballet. No por esos pomposos tutús rosas y peinados femeninos, eso ni en un millón de años. Me gusta por que conseguí una flexibilidad increíble, y la agilidad ni te digo. Podrían tirarme cinco maldiciones imperdonables a la vez y yo las esquivaría. Ese es solo uno de mis hobbies, tengo muchos más, pero supongo que beberme mi whisky mañanero no cuenta.

-¿Señorita Ory?

Levanté la vista y vi a mi elfo Drinky observándome. Y no pude evitar preguntarle al ver como sostenía una jaula vacía con una de sus manitas.

-¿Ha donde nos vamos?

-A Hogwarts, señorita Ory.

¿Que les parece mi nueva historia? Hacia tiempo que había empezado a escribirla y me hizo ilusión publicarla :)

Ahora en serio, ¿qué os han parecido los personajes? ¿Y sus personalidades? ¿Tenéis sugerencia o recomendaciones para mi fic? ¿Merece la pena seguirlo?

¡Espero vuestros comentarios!

-SK Darkness

Sangre de Slytherin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora