Capítulo 21

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Después de la conversación con David trate de conseguir una cita con un ginecólogo. Después de una semana la obtuve. David había insistido en acompañarme. Después de hacerme unas cuantas preguntas de rutina, me hizo una prueba de embarazo sacandome una muestra de mi sangre ya que según era la más segura. La prueba salió negativa. Estaba aliviada, ya que no era el momento para tener un hijo, aunque no negaba que si me había desilusionado un poco ya que tenía la ilusión de tener un bebé de David pero no era el momento.

Juntos, habíamos tomado la desicion de que yo tomaría pastillas anticonceptivas.

Las pastillas anticonceptivas, también conocidas como "la píldora" o anticonceptivos orales son consideradas un método anticonceptivo temporal.

Son pequeñas tabletas con dosis de hormonas que tendré que tomar diariamente. Así evitando quedar embarazada.

Así cuando creamos que sea el momento indicado dejaría de tomarlas y podríamos empezar a intentar crear nuestra familia.

Habían pasado casi ocho meses desde eso. Llegué a mi departamento después de un largo dia en la Universidad. Estaba por terminar mi primer semestre de psicología. Por fin era viernes. Había quedado, como todos los viernes, de cenar con mi mamá en un restaurant que estaba cerca de su casa.

Cada vez que nos veíamos hablábamos de lo que había sucedido a lo largo de nuestra semana. Mamá me había dicho que papá estaba enojado conmigo y que no quería saber de mi. Y la verdad no lo culpaba, mamá evitaba mencionarlo ya que ella sabia que me dolía recordarlo.

Mamá me ayudaba con los gastos de la Universidad lo cual le agradecía infinitamente ya que últimamente David y yo nos habíamos visto un poco apurados con el dinero. David estaba en su último semestre de su carrera de ingeniería y teníamos gastos fuertes como el pago de su título.

Aunque yo había juntado un poco de dinero en pequeños trabajos que hice en el tiempo que me tome un semestre libre nos quedaba poco de ese pequeño ahorro.

A David le habían ofrecido un trabajo y el había aceptado, sólo que tenía que esperar a que terminará la carrera para poder tomarlo, esa era la única condición que le había puesto la empresa, pero su puesto ya estaba asegurado.

Estábamos acostados en la habitación. David estaba dormido a mi lado. Tenía la televisión prendida en alguna serie de comedia algo vieja pero no le estaba poniendo atención por estar admirando al hermoso angel que estaba a mi lado. Sus largas pestañas negras, sus labios entre-abiertos. Dormido profundamente. Iba a tocar sus labios cuando el celular de el comenzó a sonar. Lo tomé del buró que estaba a mi lado y se lo pasé.

-¿Que mierda quieres? Estaba dormido imbécil.-me levanté de la cama para ir a ver que podía comer en lo que el insultaba a la pobre persona que estaba del otro lado de la línea.

Me preparé un sándwich cuando un muy apurado David llegó a la cocina

-¿Qué pasa bebé.-le pregunté preocupada al verlo asi.

-Idalia está en el hospital. El bebé ya va a nacer.-una gran sonrisa apareció en mi cara. Todos esperábamos con ansias la llegada de ese bebé, sin duda cambiaría la vida de todos nosotros.

Tomé mi sándwich para ir comiendolo en el camino. Tomé mi celular y las llaves del departamento y salimos rumbo al hospital donde estaba Idalia.

Ese día después de que Idalia se enterara de que estaba embarazada y se lo dijera a toda nuestra familia y Axel estuviera emocionado decidieron decirle a los papás de Idalia. Ellos no reaccionaron mal. Pero al paso de los meses, cuando ella ya tenía casi siete meses de embarazo ellos comenzaron a ignorarla y hasta tratarla mal. Axel se dio cuenta de esto y la saco de su casa.

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