Estaba en la cocina, con una bolsa de hielo en la cabeza.

Yeonjun le había dado una tremenda paliza, se ensañó con ella.

Su ojo estaba hinchado, su labio roto y sentía que su cabeza fuera a explotar.

—¿Ya está lista la comida?— preguntó de la nada.

—N-no, aún no, deja que se me pase un poco el dolor, me siento muy mal... — murmuró.

De nuevo silencio.

Un suspiro por parte del chico la hizo mirarle.

—No me interesa tu dolor, haz la comida ahora mismo sino quieres que te vaya peor que hace unas horas. — arrojó la almohada que estaba en sus piernas y se levantó.

Ella solo se dispuso a obedecerle y sacar lo necesario para preparar algo, sobresaltó cuando el mayor azotó la puerta de la habitación.

Una lágrima resbaló por su tersa y golpeada mejilla.

Se sentía terrible.

Pensó que la actitud de Yeon era su culpa, que él había cambiado por la culpa de ella.

Porque tal vez no era lo mismo que en los primeros meses de relación, tal vez ella cambió primero que él.

Pero no era así.

Por más que para sí misma fuera lo más coherente, no lo era.

Por más que para sí misma fuera lo más coherente, no lo era

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Estaba aburrida.

Y apartada de los grupos.

Su amigo había sido casi arrastrado por otro chico y ella estaba totalmente solitaria.

Miraba la botella en sus manos mientras pensaba en cualquier estupidez.

Levantó levemente su cabeza cuando sintió la presencia de alguien más a su lado.

Giró la cabeza, encontrándose con unos ojos azules mirándole.

—Ho-hola... — murmuró ella.

—Hola, veo que estás algo aburrida. — sonrió.

—La verdad es que sí, no soy el tipo de persona que adore estar en fiestas. — jugó nerviosamente con sus dedos.

「️유독 한 」️ T O X I C  ━━  YeonjunWhere stories live. Discover now