Demonios

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Cuando entraron a la panadería que ya estaba cerrada y sabían perfectamente a donde ir.

Caminaron hasta la habitación donde se hornea el pan, detrás de esta había una escalera que subía a un segundo piso.

Este segundo piso era la casa de los Kamado y también el centro de operaciones de los Cazadores de Demonios.

Kyojuro Renguko (Padre) estaba sentando en el sofá que estaba frente a la televisión, al verlos llegar se levantó y los saludó.

— Vayamos al grano — Habló el hombre que ahora estaba parado y los que acababan de llegar estaban sentados en los sofás que estaban frente a la televisión ( Era un sofá grande y a su derecha y izquierda dos más pequeños lo acompañaban, la televisión estaba colgada en la pared frente a los tres sofas ) — Gracias a Nezuko-san podemos determinar una jerarquía entre los demonios — Todos continuaron viéndolo — Esta jerarquía, lo que sabemos hasta el momento es que es liderada por alguien, y debajo de este 10 poderosos mandan a los demonios —.

Se quedaron callados unos segundos, entonces Nezuko habló — Los Astros ¿Verdad? — Kyojuro Padre asintió.

— Solo sabemos eso, que son diez al mando de uno más poderoso a ellos —Hizo una reverencia — Mis hijos deben de estar preocupados por mí, ya son las 11:50 y aún no he ido a casa — Caminó hacia la puerta — No quiero que ninguno muera ¿Vale? —.

Luego de eso salió.

[ · · · ]

Lejos de ese lugar, aún en Tokio. Una reunión entre los integrantes de la otra facción se estaba realizando.

—¡Hey, Hey, Hey! ¡Hola a todos compañeros! — El mismo personaje que había atacado a Kanao en el callejón hablaba, tenía cabello que cambiaba de colores entre rojo, rosado, verde y amarillo y unos ojos violetas parecían alumbrar en su cara — ¿¡Que taaal!? —.

— Ya cállate — Uno que parecía más anciano lo mando a callar —Solo eres el décimo, deja de hacer tanto ruido —.

— Vamos sexto, no me hagas esoo— Se acercó e intentó rodearlo con su brazo izquierdo, pero este fue cortado.

— Respeta — El sexto caminó lejos del décimo.

El sexto tenía forma de anciano, su cabello era blanco con una línea más oscura en el centro, y sus ojos emanaban un aura metálica con un color gris.

—¡Kieraaa! — Una voz femenina se hizo presente, era la Astro 8, Naora.

—¡Naoraa! — Se acercaron y antes de tocarse, sus cabezas fueron quitadas de sus cuellos.

— Aprendan a guardar silencio, tercero-sama ha llegado — Hablaba una mujer más de pelo negro y ojos del mismo color — Los superiores deben estar llegando —.

Y ahí llegaron, Astros número 5, 4 y 3 se hicieron presente.

El quinto tenía ojos negros con pupilas de gato y una coleta de cabello negro colgaba por su espalda.

El cuarto, al igual que el quinto tenía ojos con pupila de gato, pero de color amarillo intenso, y su cabello con copete de color amarillo con puntas de negro los acompañaban.

El tercero también tenía ojos con pupila de gato de color negro, pero vestía un uniforme ninja.

Continuaron esperando hasta que el segundo hizo presencia, todos se inclinaron ante este.

Su cabello colgaba en sus hombros, era de color dorado apagado y sus ojos, a veces aparecían y luego volvían a desaparecer, unas pupilas de gato color verde, su nombre era desconocido para todos.

El salón estaba totalmente oscuro, pero ellos podían ver bien, y también sintieron una presencia súper aterradora acercándose a ellos.

Astro uno: nombre igual desconocido, ojos blancos sin pupilas y cabello plateado.

Detrás de este llegaba el líder.

Se pararon delante de todos, los nueve Astros se inclinaron ante ambos. Luego el astro uno se inclinó también frente al Líder.

— Levántense — Dada la orden todos se levantaron — Creó que ya son conscientes del problema que apareció ¿Verdad? —.

Todos asintieron, sabían muy bien que los Cazadores de Demonios habían aparecido.

Él me dijo que tenían buena experiencia, y que sabían pelear muy bien, pero que no eran más que jóvenes — Hizo una pausa y miró a todos los astros —Pero que hay uno del cual deben tener sumo cuidado, aretes de carta hanafuda, pelo y ojos rojos, haori de cuadros —.

Una imagen apareció en la mente de todos, era alguien desconocido.

Él dijo que era el descendiente del cazador que acabó con los demonios hace cerca de un siglo, así que tengan cuidado al enfrentarse a él, pero si pueden háganlo, entre más rápido lo matemos él más rápido nos ayudará—Todos seguían callados escuchándolo — Aún somos muy débiles a comparación de las Lunas Superiores de hace un siglo, pero esos cazadores tienen un poder, solo un poco inferior al de los de ese tiempo, aunque son muchos menos. Mi orden: Si ven a un cazador asesínenlo, apenas hay unos cuantos cumpliendo esa misión y matar a uno daría un golpe significativo, pueden irse —.

En cuestión de segundos todos menos el astro uno habían desaparecido.

— Busca al de aretes, tiene que morir antes que todos — Las venas de su cara estaban infladas y el enojo era súper evidente — ¡Lo mataremos en nombre de nuestro creador! —.

El astro uno asintió y desapareció.

El Líder quedó hablando solo — Muzan-sama, haremos que los descendientes de ese estúpido la paguen muy caro — Apretó sus dientes y sus puños —Cumpliré mi labor, haré que la descendencia de los Kamado sea erradicada, lo juro por mi vida — Luego cerró los ojos.

Pero en lugar de ver todo negro, pudo ver otro lugar, muy distante en espacio y muy atrás en el tiempo, pudo ver a alguien con cabello largo de color rojo, una marca roja en su frente y esos aretes en sus orejas — Kamado Tanjiro... —El nombre apareció en su cabeza — Casi lo consigues ese día— Una voz que no era suya empezó a hablar —Te confiaste que matando a Muzan matarías a todos los demonios, pero no, dos sobrevivimos, dos lo hicimos — Pudo ver como esta persona frente a él era empujada lejos y unos brazos lo recogían y empezaba a correr...

—Cómo único sucesor del poder de Kibutsuji Muzan-sama, me encargaré de que esos aretes no tengan más dueño — Nuevamente esa voz hablaba, no era la del líder, era la de otra persona.

Kimetsu No Yaiba - ModernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora