𝔹𝕥𝕔 • 𝑴𝒇. | ❝¿Y qué si fantaseo? Los sueños pueden volverse realidad.❞
Donde Karen tiene múltiples y grandes flechazos en distintos universos.
O donde todos esos flechazos (la mayoría de las veces) también tienen flechazos con ella.
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Youtuber/Streamer:Auronplay.
🔞 Advertencia +18, contenido sexual explícito. 🔞
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-¡Raúl! -llamé mientras entraba al departamento-. ¿Estás? -no escuché nada.
Caminé hasta su habitación y el ordenador estaba apagado, cerré la puerta a mis espaldas y dejé la caja de mascotas al lado de esta. Caminé despacio a la puerta de nuestra habitación, ahí estaba él; tomando una siesta y viéndose tan celestial.
Sonreí sumamente encantada de lo que estaba viendo, mi corazón dio un vuelco cuando le vi rascarse la nariz de aquella forma que sólo él tenía; frotándose la punta de nariz con el centro de la palma de su mano; mientras seguía dormido y luego volver a la misma posición de antes. Me acerqué para verle mejor y dejé un suave beso en su frente.
Caminé hasta salir y tomar entre mis manos la caja con la sorpresa para Raúl, la llevé hasta la habitación, me aseguré de que ni Don Gato ni Bosnia estuviesen en ella y cerré la puerta. Abrí la caja y dejé salir al pequeño gatito.
Lo cargué para poder dejarlo sobre la cama, me acosté con él y ambos quedamos frente a Raúl, quien respiraba profundo y tenía una cara tan calmada.
Admiré su rostro y analicé aquellas facciones que tanto me encantaban. Pensé en lo perfecto que se le veía el piercing en la ceja y sonreí cuando le noté fruncir el ceño, admiré aquellos dos lunares en su mejilla izquierda. Reflexioné sobre nuestros cuantos años juntos. 7 años y medio. Me mordí el labio mientras sonreía contenta.
Nunca había estado tanto tiempo con alguien.
Ahora que lo pienso, jamás había querido tanto estar con alguien, jamás quise demasiado el quedarme en silencio, callada, admirando las facciones de la persona que estuviese a mi lado, hacerle el desayuno y luego quedarme a su lado y tener ganas de vivir la vida junto con él, y repetir la misma sensación todos los días. Hasta que conocí a Raúl Álvarez. Y descubrí que, por él, quería hacer todo lo que por nadie nunca quise.
