XIII

231 11 3
                                    

El calor que me daban los pequeños rayos del sol que entraban por mi ventana comenzaban a llamar mi atención para despertar, me incorpore en mi cama mirando alrededor de mi habitación esperando a que terminara de despertar.

- Eijun, baja a desayunar - mi madre que se encontraba hoy en casa me había ganado en despertar.

- ¿Qué ya es muy tarde? - aún adormilado se levanté de mi cama y baje así con pijama.

- Buenos días cariño, por la hora en la que despiertas hoy parece que esta semana estuvo un poco dura -

- Y de la peor manera -

Normalmente los fines de semana mi madre me deja despertar hasta tarde debido a que levanto temprano para la escuela durante 5 días de la semana.

- ¿Pasa algo Eijun? ¿Algo que deba saber?

- No, solo que es difícil ir al ritmo de las clases de preparatoria. -

- Típico de los jóvenes, poniendo excusas para holgasanear cuando quieran - mi abuelo siempre tratando de arruinarme mi mañana de sábado.

- Hahaha, ya quisiera ser tan holgazán como tú abuelo -

Mi mamá y mi abuelo descansas de trabajar los sábados y mi padre el domingo por lo que mi fin de semana es: sábado con mi abuelo y mi madre y domingo con mi padre.

- Trabajo más tiempo que tú, así que probablemente quieras decir que quieres ser más trabajador como yo -

- Ya basta ambos de que peleen, mejor cuéntanos cómo vas Eijun -

- Bien supongo. Por cierto, entraré al equipo de béisbol así que necesito que me firmen tú y papá unos papeles -
Ambos se quedaron en silencio y me miraban muy sorprendidos.

- ¿Qué? - Pregunté masticando mi arroz.

- N-nada, es solo que no lo juegas desde hace mucho y puede que ya seas diferente. -

- De eso se trata mamá, de cambiar y obvio sé que no será igual - respondí muy seguro.

- Si pero eras un niño cuando comenzaste y lo dejaste igual siendo un niño - la actitud de mi madre parecía que quería decirme algo fuera de todo esto...

- Lo que tu madre quiere decir es que probablemente... Más bien, está segura de que no hay posibilidades de que seas bueno en el béisbol - ...Y el abuelo se encargo de decírmelo.

- ¿Eso creen? Já, puede que no haya jugado en un tiempo considerable pero creanme que este brazo aún sirve, ya verán. -

- Está bien cariño, te apoyamos pero debes de saber que no hay porqué soñar mucho -

- Lo sé, por eso entre, para mejorar y aún si no logro entrar al primer equipo este año sé que tengo 2 más -

Mi madre y mi abuelo se miraron y se encogieron de hombros. Pueden decir lo que quieran pero enserio esa es mi meta y después de ese partido del que fui espectador no puedo esperar más.

Mi sábado transcurrio como normalmente después del desayuno; tome una ducha, limpié mi habitación y ayude a mamá con los trates, hice mis tareas, almorzamos y finalicé viendo un poco de televisión y también comencé a mirar mi celular, todo bien hasta que sin esperar me llegó un mensaje del mismísimo protagonista de mis tragedias.

Miyuki Kazuya.
Eyyyy, dónde estás??

¿En dónde más? En casa

¿Por qué?
Ven a la escuela.
Rápido.

¿Y a este tipo que le pasa? Seguramente era parte de otra de sus bromitas estúpidas con sus amigos.

Sin título.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora