Su amante, como si le hubiese escuchado, murmuró su nombre en sueños provocando que las lágrimas que había estado controlando se desbordaran irremediablemente mientras permitía que el chakra del Kyubi se deslizara por sus dedos sanando las heridas que él mismo había provocado.

.

.

.

Cuando Sasuke volvió a casa creyó que Sakura le recibiría, con esa actitud aguda que parecía haber adoptado en medio de preguntas relacionadas al motivo por el que no volvió a casa de inmediato a pesar de que ella le había dado el alta, pero no fue así.

Su esposa, si es que era digno de seguir llamándola de esa manera, se había limitado a dejarlo pasar con una cariñosa sonrisa adornando su rostro acompañado de un "Buenos días, Sasuke-kun". No quiso verse sorprendido, pero le resultó inevitable pestañear un par de veces ante ese comportamiento inesperado, sobre todo después de la tensa situación que había ocurrido entre ambos.

—Sasuke-kun —Le habló Sakura con esa dulzura especial que solía rodearla cuando estaban solos— ¿Vas a marcharte pronto?

Sasuke recordó los planes apresurados que había expresado en un intento desesperado por apartarse de Naruto cuando recién había sido internado en el hospital — Depende. Primero necesito conocer los resultados del análisis del pergamino que encontré en el castillo de Kaguya —Respondió tranquilamente, recordando a tiempo el motivo por el que había vuelto a Konoha en primer lugar.

Sakura alzó una ceja y le observó un par de segundos como si quisiera opinar algo al respecto, pero pareció desistir de la idea al ser incapaz de hablar de un tema que ella desconocía — Bueno, supongo que el equipo de investigación debe estar metido en ello desde que llegó a sus manos.

—Sí, pero no parece haber avances hasta el momento.

—Mh... —Sakura se perdió unos instantes en su rostro haciendo que una de sus cejas negras se alzara expectante— Cariño —Dijo ella entonces, después del repentino silencio en el que había caído— Yo... estoy muy arrepentida por mi comportamiento del día de ayer. Lo siento, Sasuke-kun.

El mencionado sintió que un peso enorme recaía sobre sus hombros por lo que solo atinó a suspirar con cansancio intentando mantener su expresión serena— No te disculpes. No es necesario.

Sakura entrecerró los ojos y fijó la mirada al suelo con una sonrisa triste — Es solo que a veces siento que Naruto es más importante que yo en tu vida.

Sasuke observó de reojo a su esposa en busca de cualquier detalle en su comportamiento que pudiera delatar cualquier sospecha que esta tuviera sobre su relación con Naruto, pero lo único que pudo notar fue una inseguridad que no le había visto desde hace años provocándole cierto remordimiento difícil de ignorar.

Por más que pasaran los años, Sasuke nunca sería capaz de comprender la razón por la que esa mujer lo amaba tanto o si acaso ese amor era verdadero. Ella no lo conocía después de todo, todo lo que creía saber de él siempre habían sido idealizaciones suyas mezcladas con suposiciones hechas con la experiencia. ¿Y qué sabía él de Sakura? Nada tampoco, al menos nada importante.

Los ojos de ella, que mostraban debilidad ante él, solían hacerle soltar palabras insensibles sin ninguna pisca de remordimiento, ahora solo le hacían sentir miserable. Él la quería, pero no de la misma manera en la que ella lo hacía y por muy fácil que fuera terminar con aquel lazo nacido de las lágrimas, él había decidido seguir con ello egoístamente, anteponiendo su propia felicidad a la de los demás como siempre lo había hecho.

Sí, era miserable. Sasuke Uchiha sabía bien lo que era y no estaba dispuesto a cambiar sabiendo que con ello pondría en peligro la única cosa que en verdad le importaba en el mundo.

I N C O R R E C T OWhere stories live. Discover now