Pasiones de la playa

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-Ocho tazones -gritó, dando lo mejor de sí en su última apuesta.

-Seis.

-Siete y luego te compro tomates.

-Trato.

El azabache le estiró el brazo para firmar el trato con un apretón de manos, a lo que el rubio sonrió.

-No seas tan formal teme, eres mi amigo ¿Verdad?

-Tsk, un verdadero amigo no te pone precio.

Naruto carcajeó mientras le estiraba su mano, y Sasuke la estrujó satisfecho.

Realmente Tsunade era una mujer tiránica para fechas navideñas, solía elegir a las personas al azar sin importarle cuanto se hayan sacrificado -valga sarcasmo- por el bienestar de la villa para hacer misiones en la misma víspera. Incluso algunos eran tan fuertes que les tomaban un poco más y usaban el mismo 25 para acabar con todo.

Pues, este fue el turno de Sasuke.

La villa del arroz necesitaba ayuda con un par de rebeldes que se encontraban atemorizándolos desde hace algunos meses, y por la sobre carga de misiones no podían ser atendidas hasta hoy.

-No jodas vieja, no haré nada para ti en navidad -protestó.

-No te pedí tu opinión Uchiha, irás quieras o no -Tsunade estaba apurada en acabar con las misiones, Shizune se la había pasado jodiendo y diciendo que si no acababa con sus labores hasta antes de fechas, la abandonaría con el papeleo para que se quede trabajando incluso en año nuevo-. Además, la villa del arroz es más que todo playa. Tiene zonas resort, te daré algo de dinero para que la pases en uno de esos hoteles.

-Igual no iré, no la volveré a pasar solo.

Sasuke se había propuesto que ese año la pasaría con sus amigos quisiera o no. Muchos años de venganza ya lo abrumaban, y al menos quería conseguir un poco de ligue esa noche.

-Tsk -gruñó, como le hartaba-, si quieres puedes llevar a UN solo ninja más, pero tú serás quien se lo dirás. Te daré dinero para dos.

El moreno tenía ganas de gritarle que era imposible llevar a alguien más con él porque literalmente era un antisocial que sí, tenía amigos, era por culpa del cabeza hueca de Naruto, y de seguro él estaría invitado a una gran cantidad de fiestas y reuniones. Pero luego lo pensó mejor ¿Decirle a la Hokage que no podía sociabilizar? No gracias, antes muerto.

Eso había sido una semana antes de navidad, a lo que Sasuke se enfocó en todo ese tiempo lograr convencer al rubio de acompañarlo.

-Te daré lo que quieras -le imploró (Claro, al estilo Uchiha).

-No Sasuke, quedé con algunos amigos.

-Vamos dobe, te daré dos tazones de ramen extra grande.

-Que sean 20.

-Cinco.

Y fue de esta manera en que acabaron con unos siete tazones y que luego le compraría tomates. Realmente le fue más difícil de lo que pensó, el dobe no parecía comprarse con nada. Suerte que existe el ramen.

-Estate en la salida a las 0500 horas -le gritó antes de ir corriendo a hacer su maleta.

Naruto suspiró, realmente quería ir a la fiesta que Kiba estaba organizando, pero quería ir con Sasuke. Y todo por culpa de la Hokage con sus feos deseos de tener libre año nuevo.

-Lo lamento Kiba -le dijo esa misma tarde-, Obachan me dio una misión con el teme, estaré con él en las vísperas y la misma navidad.

-¿Seguro que no puedes salir? O al menos déjale todo a Sasuke, él suele preferir las misiones solo.

Las pasiones de la playa (oneshot)Where stories live. Discover now