Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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ℑ 𝔩𝔦𝔨𝔢 𝔥𝔦𝔪
Omnisciente
Los meses pasaron, Gilbert le escribía a Sabrina y ella le respondía pero había veces en las que no podía dormir pensando en que pasaría si le enviara a Gilbert todas las cartas que tenía guardadas en su cajón bajo llave, porque la verdad era que Gilbert solo tenía el 1% de las cartas que Sabrina la escribía. Ya que ella le escribía cada noche antes de dormir. Siempre se decía "está vez la mandaré" pero...nunca lo hacía.
Hace meses que Gilbert se había ido, y no había día en el que la chica no lo extrañara. No estaba obsesionada como Ruby que contaba detalladamente el tiempo que el chico llevaba fuera, pero lo extrañaba, demasiado.
El mes de la cosecha llegó y con ella, un solo pensamiento en la cabeza de Sabrina "dos años" ya iban a ser dos años desde que Margaret Winchester falleció y para Sabrina era difícil, muy difícil. Su madre era su mejor amiga, y perderla fue algo muy duro para ella. Sabrina nunca pudo imaginar una vida sin su mamá, pero tal parece...que ya la estaba viviendo.
(...)
—No se como me convenciste de hacer esto —le dijo Sabrina a Charlie con una mueca de asco en su rostro
—No fue cuestión de convencerte, fue cuestión de pedírtelo —le dijo mientras pasaba un brazo por lo hombros de la chica—. Son las ventajas de que me adores —dijo mientras la pegaba a su cuerpo y le daba un beso en la coronilla
Sabrina hizo una mueca y empujó a Charlie
—¿Puedo saber porque ya no usas tu lazo?
—No —dijo la chica—. ¿Puedo saber porque te gusta una actividad tan apestosa como pescar?
—No —dijo mientras ponía más carnada en el anzuelo—. Ve el lado bueno, Bri. Estamos pasando tiempo juntos —dijo divertido fingiendo un tono de voz tierno mientras la volteaba a ver con puchero
Sabrina tomó la mejilla de Charlie e hizo que volteara hacia enfrente
—¿Extrañas a Gilbert? —a Charlie le sorprendió la pregunta de su amiga
—Bueno, es mi mejor amigo. Así que si, lo hago ¿y tu?
Sabrina asintió
—¿Crees que vuelva?
—¿La verdad? —Sabrina asintió—...no. Hay que ser honestos, Bri. Este siempre va a ser el hogar de Gilbert. Pero no su lugar
Sabrina no respondió, simplemente se limitó a mirar al frente
(...)
Sabrina corría lo más rápido que podía. No sabía a donde estaba yendo solo dejaba que sus pies la guiaran. Hasta que llegó a aquel lugar, aquel lugar en el que había pasado tantos momentos con sus padres y hermanos, aquel lugar en el que los Blythe y los Winchester solían hacer picnics cuando los primogénitos de la familia tenían al rededor de 7-8 años. Una cosa llevó a la otra y, sin molestarse en quitarse su vestido o medias (solo los zapatos), se adentró al agua. Unos segundos después Sabrina estaba siendo arrastrada por las olas, estaba asustada, tal vez se ahogaría o sería arrastrada hasta alta mar y eventualmente moriría ahogada, por hambre o siendo devorada por algún animal. La chica no podía salir del agua y su cuerpo estaba derrochando desesperación. Gracias a Dios, una ola la arrastró a la orilla. Cuando la chica sintió el aire en su rostro y posteriormente en sus pulmones escupió el agua que tenía en su boca (gif), se alejó un poco de la orilla y se arrodilló para poder levantarse, pero en lugar de eso dio una vuelta sobre su lugar para que finalmente su vista se posara en el océano
