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—¡Mierda!— escucho un gruñido entre sueños y medio dormida abro un ojo para mirar a mi lado. 

Santiago no se encuentra a mi lado dormido, como creía. Soñolienta me estiro sobre la cama. A mí lado veo de reojo el reloj para ver la hora y casi me caigo por el movimiento brusco me hago al ver la hora que es. 

—¡¿Son las 10?! ¡Dormí mucho!— me levanto de la cama pasándome las manos por mi cabello. 

Creo que el venir a vivir acá con Santiago fue malo para mis ganas de levantarse siempre temprano y bueno para mí flojera. Desde que estoy durmiendo ya tengo la maña de despertar tarde. ¡Yo no era asi!

—¡Maldición!— ahora un grito más fuerte escucho proveniente del baño y rápidamente me voy directo hacia el.

Casi me caigo de bruces por lo que están viendo mis ojos.

—Santiago— le hablo para agarrar el pomo de la puerta y abrirla. Cuando lo hago me quedo muda. —¡Santiago!—chillo dándole un susto, así que corro hacia él.

Santiago solo sonrie de lado o más bien eso intenta ya que al final le sale una mueca . 

—Lo siento güerita no quería despertarte— se acuesta aún lado de la taza del baño recargando la cabeza sobre la pared. 

—¿Te sientes mal verdad?— me acerco para tocar su frente . —¡Rayos Santiago! Tienes fiebre — lo ayudo a incorporar para ayudarlo a lavarse la boca. —¿Estabas vomitando?— le pregunto mientras recarga su cabeza sobre mi hombro cerrando sus ojos.

—Si, se me revolvió el estómago y ahorita en la mañana lo tiré, lo que cene ayer.— 

—¡Lo ves! Ahí están las consecuencias por irte a correr a plena hora de la madrugada.— lo regaño, termino de limpiar su boca y lo llevo a la cama. —Con cuidado ahí — le señalo un borde. 

A duras penas llegamos a la cama, lo ayudo en acostarse y arroparlo.

— También olvide que por el cambio de clima sufro esto.— murmura teniendo los ojos cerrados. 

—Se podría decir que eres como alérgico al cambio de clima— intuyo mirándolo como se enreda la sabana gruesa.

—Si mi mi güerita — se lame sus labios para estirar sus brazos. —A lo mejor un brazo tuyo me ayude a mejorar — dice a lo que lo miro alzando una ceja. —Ven aquí mi rubia — 

—Cuando tienes fiebre y eso, ¿no sufres de alucinaciones?— le interrogo tratando de no reírme.

—No mi güerita, para nada, ¿Por qué lo dices?— medio abre sus ojos para tratar de verme.

—No por nada, solo digo— me rasco detrás de mí oreja. — Ya que estás extendiendo tus brazos al derecho, cuando yo me encuentro en tu lado izquierdo — le doy ese dato a lo que él da un respingo.

—¿Júralo? Es que creo veo doble Maddie — se talla los ojos, poniéndome en aleta.

—Sabes , creo que es mejor que te vayas cubriendo.....— mi cerebro da un clic y en un rápido movimiento se la quito. —¡No! No debes de estar tapado ni nada. — lo dejo indefenso.

—¡Pero güerita!— se queja temblando.

—¡Quítate la ropa! Eso debes de hacer ahorita — le ordenó para agarrar mi celular que está en el tocador. 

—¿Que? ¿Así tan rápido sin un besito antes?— aparto mi mirada de la pantalla para ver como frunce los labios en otra dirección. 

Tengo que morderme los labios para no soltar una carcajada.

"Mi Chico Malo" [Editando]Where stories live. Discover now