Guerreros y amazonas

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En medio del campo de entrenamiento donde se realizaban sus practicas los futuros efectivos del ejercito de Hanoi. Los aspirantes daban lo mejor que podían bajo las ordenes de sus superiores que no solo les exigía cada gramo de su ser, también era para poner a prueba hasta donde podían llegar, donde solo los mejores podrían llegar a ser caballeros.

Otros donde ya eran caballeros se enfrentaba con sus pares para mejorar sus habilidades ya sea en la espalda, el arco o lucha de cuerpo y por último aquellos que eran generales o comandantes inspeccionaban con cuidado cada grupo que hacia uso del área, aunque debes había una que otra persona que desviaban a mirada hacia las gradas donde las risas de las mujeres y las doncellas podrían ponían nervioso a cualquiera.

Sin embargo lo que estos no sabían era que todos esos murmullos y risas eran dedicadas a una sola persona, pues era muy raras las ocasiones donde se podía tener la presencia del futuro rey de hanoi entrenando en los campos de la milicia.

Y es que ese día Ryoken en compañía de sus maestros Fausto, Primer general de Hanoi, Akira Zaizen, subcomandante de las fuerzas y Kengo Donjun comandante principal de Hanoi,  tenían varios minutos enfrentándose con un juego de espadas. Ryoken había decidido ir a entrenar luego del desayuno por lo que era todo un espectáculo para aquellos que cruzaban por la arena ver a su majestad entrenando.

Apenas cubiertos con una camisa delgada y pantalones que ceñia sus figuras, los tres hombres se había propuesto levantas sus armas contra su majestad, sin embargo, logrando dar una patada contra Akira, mientras bloqueaba el nuevo ataque de Kengo. Ambos chocaron espada, logrando que el filo de sus armas botara algunas chispas. Akira y Fausto regresaron al combate, por lo que el principe tuvo que apresurarse para bloquear su 

Los tres mayores eran maestros con la espada por lo que no era una tarea fácil para el principe poder dar un golpe contra alguno de ellos. 

No muy lejos del peligris con acentos morados, estaba su fiel amigo y casi hermano, Hiroki Gaiste, también conocido como Spectre. Joven de piel blanca y cabellos rubios y probablemente la única persona en todo el reino que tenía el sitio de ser el confidente del principe heredero.

Al igual que su amado principe entrenada, aunque contrario a él, el era un maestro para el arco, logrando apuntar a cualquier objetivo que el se propusiera. y aunque el entrenamiento era una tarea muy importante para ellos. Se sentía un poco inconforme al escuchar los innecesarios ruidos de aquella molestia en las gradas. 

No sabía quien había sido el que hablo, pero varias mujeres y doncellas se habían reunido a las gradas del salón para ver los entrenamientos, aunque más bien era solo ver al príncipe en las pocas ocasiones que se les era permitido estar ahí. 

Para él todas esas... interesadas...putas, solo eran una distracción, para la noble tarea de su señor.  Continuó con su practica hasta que escucho un ruido seco y ve como Akira y Kengo habían perdido sus armas, mientras Fausto y Ryoken se apuntaban directamente al cuello.

-Si- Ryoken terminó clavando en el suelo la espada, mientras se retiraba las gotas de sudor con el brazo.-Tu espada sigue siendo una de las mas letales, querido

-Aunque tengo que admitir que usted a mejorado mucho señor, un poco más y finalmente podre decir que he entrenado a mi sucesor.

-No digas eso Fausto.—Lo anima.— Tu espada sigue igual de letal que en sus años más gloriosos, la juventud es la flor de nuestra vida, pero la sabiduría y las experiencias siempre son las que perduran. 

—Sus palabras son de gran satisfacción mi principe.

—No te menosprecie Fausto—habla una voz ajena a la conversación.—Aun sigues siendo igual de peligroso y letal como en tus años de juventud.

Los cuatro hombres miraron al otro lado de campo donde podían escuchar las ordenes de una mujer, cabellos rojos como la granada, a la altura del cuello, usaba un traje de combate que mientras terminaba de enredar un largo látigo entre sus manos y lo acomoda en la correa que tenía atada en la cintura.

—Taki, me alegra verte aquí

—a mi también chicos, mi principe.—hace una pequeña reverencia.

—¿Qué haces aquí, señora Taki?—cuestiona Kengo.—creí que estaba entrenado con las amazonas.

—estamos tomando un pequeño descanso, necesitan refrescarse antes de seguir el entrenamiento.  

—En nombre de Hanoi muere por mi espada enemigo—Se escucha un grito infantil digidio al grupo.

La única mujer del grupo apenas logro agarrar a la infante no mayor de 5 años, que volaba por los aire con una espada de madera en las manos, a punto golpear a Fausto con esta en la cabeza.

—Pandora, ¿Cuantas veces tengo que decirte que no golpees a los amigos de mamá?

—Pero mamá, como quieres que pueda ser una amazona como tu si no entreno desde ahora. ¿como lo haré su no tomo al enemigo con la defensa baja? Quiero ser una gran amazona como lo eres tu mami.

Todos los presente rieron por la inocencia de la niña mientras Taki solo podía morirse de la vergüenza, aunque una parte de ella se sentía orgullosa de tener una hija.

Pandora era la hija de la amazona Taki y su difunta esposa Queenie quien había fallecido cuando dió a luz a la niña . La menor había heredado la condición de su progenitora y la belleza de su madre a excepción de los ojos color granate que eran de la amazona. La niña era extrovertida y siempre que su madre tenía que ir a entrenar al resto de amazonas era común verla cerca de las arenas de las amazonas entrenando bajo la mirada de su madre ya sea con la espada, el arco y la bara.

—hoy como estamos pequeña amazona—Interviene Ryoken en la discusión—hoy tu espada se a bañado de gloria.

Ryoken conocia muy bien a la pequeña, había estabo presente cuando sus madres la tuvieron en sus manos, era como una pequeña hermanita para él y la niña, apesar de conocer desde muy joven su posición, siempre se mostraba respetuoso con él.

—Hoy estamos muy bien su majestad, dispuesta a proteger a su majestad, así como a su futura reina y descendencia.

—Muy bien pequeña—revolviendo la cabeza de la niña.—Sea mejor que sigas entrenando, sera todo un honor que mi familia este bajo su protección pequeña dama.

Pandora asiente con la cabeza y regresa de donde vino, Taki apenas baja la cabeza y se despide de su majestad y va tras su hija que de  seguro iría a molestar a las otras aspirantes y amazonas que entrenaban. No sería la primera vez que su hija deja en mal estado a varias aspirantes y a excepción de ella, Emma y Aoi, nadie más la podía controlar. 

Ryoken miro por donde se fueron, tomo un paño que tenía en el suelo y se secó el sudor de la frente y el cuello. Algunas risas juguetonas llegaron a sus oídos que en cierto modo lo incomodaron. Miro las gradas donde seguían las concubinas del palacio. Las ignoro y continuó su camino, ya había sido mucho entrenamiento por el día de hoy.  Además de que solo faltaban unas semanas para su cumpleaños, así que disfrutaría sus últimos días de libertad antes de que en esa fiesta encuentre a su futura reina.

continuara...

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⏰ Last updated: Jun 03, 2021 ⏰

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