Capítulo 2 (parte 2)

1.6K 166 32
                                    

-¿Billy? -Le llame

-Mande

-¿Te gustaría ver hoy a Andy?

No sabía cómo interpretar la mirada de Bill. Era como de sorpresa combinada con alegría, tenía los ojos brillosos pero no de lágrimas, era una mirada... de esperanza.

-¡Sí!

Se levantó y me abrazo con mucho fuerza, raro en él porque la mayoría de las veces solo me daba un abrazo con mucha delicadeza. Decidí entonces llegar en la tarde junto con Andy, ojala y él quisiera venir, no llevamos más que dos días, contando el de hoy en conocernos. Pero por su carácter se veía buena persona.

Me levante de la mesa y puse mi plato en la tarja. Debería lavarlos pero el tiempo lo tenía encima. Así que les puse un poco de agua para que no se quedara la comida pegada. Hubo un tiempo en el cual solo yo lavaba los trastes, me daba asco hacerlo y más cuando era grasa u otro alimento que fuera difícil de quitar, hasta guantes me ponía.

-De acuerdo, hermanito. Hoy necesito que laves los platos y recojas un poco, no te esfuerces demasiado. Solo haz lo que puedas ¿Vale? -, asintió con la cabeza. -Si mamá llegase a venir, le comentas que hoy vamos a tener un invitado y que necesitamos un poquito más de dinero. Si ella te llegara a ayudar ¡Pues que mejor!

-Entendido. ¿Veremos una película?

-Quizás. Depende de cuánto tiempo lo dejen venir, a lo mejor hasta tarde, no vive lejos.

-Vale, suerte en tu día Tomi.

Se acercó para despedirse y me acompaño hasta la puerta. Empezaba a entrar en pánico ¿y si en el transcurso del día se tropezaba con algo y se fracturaba? Le pedí demasiado. ¡Demonios!

***

Ya casi llegaba a la entrada del colegio, todos uniformados y yo, pues bien gracias con mi ropa holgada y mis hermosas rastas. Empezaba a preocuparme en que algún día tendría que llevar ese horrible atuendo. ¡Arg!

En la entrada estaba Andy, platicando con algunos amigos supongo, en cuanto me vieron llegar se retiraron y lo dejaron solo. Sonrió al verme.

-Hombre, no era necesario esperarme, sé que soy irresistible-. Soltó una carcajada y se lo agradecía internamente.

-Kaulitz, vienes muy cómico. Anda, entremos. Nuestra primera clase en Educación Física y por lo que se dice, el profesor es muy estricto.

Le tome la palabra y nos dirigimos a nuestra aula, todo mi grupo llevaba el uniforme deportivo menos yo. En cuanto nos sentamos entró el profesor. Nos miró a todos y en especial a mí. Todo el salón quedo en completo silencio esperando una indicación.

-Buenas días, jóvenes. Me presento-, tomo un plumón y comenzó a escribir su nombre en el pizarrón. -Mi nombre es Christian Becket. Como pueden ver, soy su profesor de deportes y mi objetivo es: ponerlos en forma-, y con eso dicho, nos aseguro que no iba a ser una clase en la cual pudiéramos hacer desastres. -Para ustedes, soy el profesor Becket, y no quiero nada de confiancitas hacia a mí persona ¿entendido? Dicho esto, los quiero en este momento en las canchas, con short, su botella de agua y formados en fila india para comenzar con la clase.

Mis compañeros se pusieron de pie, se quitaron el pans y salieron como alma que lleva el diablo, incluyendo a Andy. Me puse de pie y me dirigí hacia Mr. Becket.

-Profesor Becket...

-Si ¿dime?

-Yo, aun no tengo el uniforme deportivo ¿Qué hago?

Y como si hubiera dicho las palabras mágicas me dijo "nada" y se fue. Salí un poco después de él. Cerca de la cancha en la que todos estaban, había una banquita y justo ahí me senté. Observando como mis compañeros trotaban. Andy se veía que tenía buena condición física, después del trote pausaron unos minutos, y después se vino lo mejor. El profesor los puso a correr por las tres canchas, una más empinada que la otra durante 20 minutos y si alguien se detenía aumentaría 5 minutos más.

***

Las demás clases estuvieron algo aburridas, nos pusieron exámenes diagnósticos y no es que fuera un cerebrito pero realmente las preguntas eran súper fáciles. Mi última clase fue mi taller y la maestra lo único que hizo fue darnos una hojas y se fue a la cocina a checar no sé qué. El cuento es que no hicimos nada y aproveche el tiempo para invitar a Andy a la casa.

-¡Eh, Andy! 

-¿Qué sucede, Tom?

-Pues veras. Ayer estuve platicando con mi hermano, y le conté que te conocí y todo lo que hicimos durante el día-. Asintió. -Él se emocionó mucho y pues, te quería preguntar qué ¿te gustaría ir a comer con nosotros?

Su reacción fue la misma que la de Bill, se emocionó y acepto la propuesta. Mientras todos sean felices, por mí nunca habría ningún problema. Salimos de clases e inmediatamente Andy se vino conmigo, el trayecto a mi casa fue ameno. Pero antes de llegar, recordé haberle dicho a Bill que recogiera casi toda la casa, me preocupe. Siento haberle pedido mucho.

Entramos y el primero en recibirnos fue Titán; meneando la cola, dirigió a Andy hacia la cocina, donde se encontraba Bill, sano y salvo. Respire de alivio, me dirigí hacia ellos para presentarlos como se debía.

-Muy bien, antes que nada. Andy, Bienvenido a tu casa.

-Gracias-. Sonrió

-Te presento a mi pequeño hermano, Bill. Bill te presento a mi compañero y ahora amigo Andy-. Estrecharon sus manos, pero Andy le dio un ligero abrazo.

Nos sentamos a comer y platicar, Bill se emocionaba con todo lo que le contaba Andy, y volvía a tener ese pequeño brillo en los ojos. Titán estaba encantado, creo nunca haberlo visto tan amistoso con otra persona.

***

Exactamente después de 3 horas, comenzamos a ver películas. Bill, primero quiso ver "El Rey León" una de sus favoritas hasta entonces. Andy después eligió un poco peor, "La Bella y la Bestia", a palabras de él, era una película perfecta. Porque no importa el físico, si hay amor de por medio, todo está bien. No quise intervenir en su pequeña filosofía, pero para mí, la Bella era una interesada. Me empezaba a dar sueño, nunca he sido fan de las películas de Disney y si la veía era solo porque Bill me exigía verlas con él. Y ahora parece ser que tengo a dos Bill.

Por fin, después de cuatro películas de caricaturas animadas, era mi turno de poner una. Me decidí por ver "La purga". No iba ni por la mitad, cuando Bill se estaba quedando dormido y Andy también.

Al final puse la de "Rec", y solo yo la estaba viendo. Andy y Bill estaban profundamente dormidos. O eso creía yo. Al cabo de un rato ya la estaban viendo conmigo. Estaba descojonándome de risa, ya que los dos estaban muertos de miedo, aunque no era para tanto, al menos para mí no.

Terminamos exhaustos, y Andy decidió quedarse a dormir en nuestra casa, llamo a sus padres para que le trajesen ropa cómoda y el uniforme de diario.

En casa tenemos una habitación extra, que es para las visitas, pero esta enorme y decidimos quedarnos los tres y también Titán. El primero es dormir fue Andy, luego le siguió Bill y al último yo. Había sido una tarde bonita. Muy bonita.


***

Perdón por demorar tanto. Gracias a todos aquellos que han agregado mi historia a su biblioteca, por votar y comentar. Mil gracias ^^ Pronto estará el siguiente capitulo :3


Muñeco de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora