Al servicio del amo.

57 0 0
                                    

Este se va a enterar de lo que vale un peine. No sabe con quién está tratando. Si me vuelve a decir algo, le escupo en la cara. No se va a atrever a hacer lo mismo. Ya verás, ya verás...

-Godofredo, por favor, retíreme las zapatillas y dígame... ¿está el agua ya bien caliente? -con gesto displicente, el señor se dispone a tomar un baño, como todos los días.

-Por supuesto, señor, lo que diga el señor. El agua está en su punto..., señor.

VIII Edición de Relatos en CadenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora