Kushina no siente nada por minato.
Minato está loco por kushina.
Esa noche en su juventud, nunca se reencontraron, la pequeña Uzumaki tuvo que salvarse sola de sus secuestradores. Tiempo después, ya adolescentes tienen que hacer una misión. Junto a...
─Esta bien, nos vemos entonces. ─Mikoto supo que su mejor amigo no estaba con muchas ganas de hablar y cooperó para darle su espacio, se despidió junto a fugaku y ambos se fueron.
Minato y kushina se fueron al departamento que anteriormente compartían con el pequeño niño.
─No sé supone que fuera así. ─Después de un largo camino silencioso, minato finalmente habló haciendo que kushina se volteara a verlo, estaba en el marco de la puerta mirando el interior del departamento. ─se supone que tendríamos que haber entrado los tres juntos.
La pelirroja se sorprendió cuando vio las lágrimas corriendo por sus mejillas, se apresuró a su lado e inmediatamente se puso de cuclillas para abrazarlo. Minato no pudo corresponder, solo se tambaleó hasta caer atrás chocando con la puerta cerrada dejándose caer lentamente hasta estar sentado, oculto su rostro en el hombro de kushina abatido.
La pelirroja solo pudo abrazarlo tratando de consolarse a sí misma, minato no era el único que la pasaba mal, minutos después los sollozos de minato eran audibles, no podía conterse pensando en el dulce niño travieso que en unos momentos pudo tenerlo en sus brazos.
─Soy una persona horrible, ─Hablo entre sollozos. ─¿Como pude cambiarlo por un objeto? ─Kushina sintió como el apretaba el abrazo en un intento desesperado de consuelo.
─Lamentablemente ese objeto era muy valioso.
─¿Tanto como nuestro hijo?
─N-no. ─Kushina sintió como finalmente sus lágrimas empezaron recorrer sus mejillas, también apretó su abrazo con minato. ─Lo vamos a rescatar, apenas salga el sol nos moveremos.
─Tengo miedo, muchas cosas le pueden suceder en suna, nunca debí llevarlo conmigo a la misión, soy un completo idiota.
─Somos unos completos idiotas, ─kushina igualmente se recargo en el hombro de minato. ─Ambos insistimos sin poder ver la gravedad del asunto, no te lleves todo el peso, estamos juntos.
Minato no quiso hablar más, solo se abrazó junto a la pelirroja durante varios minutos. Esa noche ambos no pudieron dormir tranquilos, necesitaban empezar el rescate de una vez.
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Tan rápido como un parpadeo, pasó una semana, una semana que se ve misteriosamente tranquila pero en realidad ocurrieron demasiadas cosas.
Y en todo ese tiempo, el pequeño rubio no piso las tierras de konoha, digamos que los aldeanos estaban "felices y tranquilos". Al menos eso aparentaban.
Un vendedor se encontraba aburrido esperando algún cliente en su tienda, solía vender máscaras, kunais, shurinkes y entre otras cosas perfectas para que ocupen ninjas. Desde el día en que se enteró que el niño demonio se había ido se alegró y se alivió al mismo tiempo, sin embargo, últimamente se ha sentido mucho más aburrido.
