Querida Yo Del Pasado

Capítulo 14: Mamá

—Peor. No puedes traerlo si Diamond no está.

—Pero ella nunca está. Trabaja casi todo el día y cuando no lo hace quiere estar con su novia. No puedo hacer que no se vean porque yo quiero estar con Chase.

—Mami, no te ofendas pero vivimos solas hace tiempo y nunca pasó nada malo; nosotras sabemos arreglarnos—Diamond me defendió, como siempre hacía.

—¿Y yo no tengo voz ni voto?

—No mamá, porque te fuiste—mis hermanos me miraban suplicantes para que me calle, pero no iba a pasar. No otra vez en mi vida—, me dejaste con quince años a cargo de Diamond a quien hiciste que me cuide toda su vida.

—¡Tú demostraste ser muy lista para cuidarte sola! Después de todo, eso era lo que querías ¿no?

—No, yo quería una familia—no podía creerme el enojo producido por ella.

—¡Y terminaste arruinando la que ya teníamos!

—Nunca tuvimos una—Diamond intervino.

—Lo que pasó fue lo mejor para todos. Y no arruiné nada, al contrario, ahora sí tengo una: Diamond y yo solas, esto sí es una familia donde me siento cómoda y feliz, mamá. Y...y—no aguanté y rompí en llanto—, y quise que seas parte, de verdad que sí. Me esforcé tanto para que estés a pesar de todo lo que me hiciste, estuve dispuesta a perdonarte. Pero nunca quisiste, nunca. Y este es mi final.

—Mataste a tu padre, ¿y dices que tú debes perdonarme a mí?

—¡Yo no lo maté!/ ¡Ella no lo mató!—exclamamos los tres a la vez.

—Tú también me maltratabas, no hiciste nada para defendernos cuando él lo hacía, hasta te maltrataba a ti ¡Y no fuiste capaz de separarte, tenías que buscarlo una y otra vez cuando él quería irse de casa, solo porque querías alguien que te la meta Adela! ¡No te importaba lo malo que sea para tus hijos o para ti!—Frank arrojó.

—Y la verdad no me importa lo que tú hayas sufrido, porque podías irte, separarte, echarlo de casa; tú tomaste la decisión de estar con él, buscaste lo tuyo. Los que me dan lástima somos nosotros que tuvimos que soportarlo a pesar de no querer esto—dije lentamente.

—Y de que claramente nunca te preocupaste lo suficiente por nosotros, siempre fuiste una egoísta que quería estar con ese maltratador a toda costa—finalizó Diamond también en lágrimas.

—Yo siempre hice lo mejor para ustedes, ¡fíjense lo que mi madre hizo por mí! ¡nada!

—¡Te pedí ayuda y no me la diste!—grité sintiendo mi garganta cortando mi voz— ¡Te supliqué que lo dejes, que se vaya; y lo defendiste a él!

—¡Su padre siempre les dio todo. Dayanara, estudias en la mejor escuela, esta televisión nunca la hubieses tenido, dijo que haga lo que tenga que hacer iba a sacar el dinero para que estudies lo que te gusta, viajábamos al médico por cada vez que se sentían mal, te compró un celular carísimo! ¡Viven como reyes! Y tú Frank, te dio una casa, una luna de miel, pagó tus estudios, tu auto, tu boda. No me pueden salir con esa estupidez, eso sí que no se los permito—negó con la cabeza.

—Nadie dijo nada de materiales, que nos haya dado eso no quiere decir que no nos haya golpeado toda nuestra vida y tratado mal en otros sentidos también—expliqué inocentemente, aún sabiendo que iba a ser como la primera vez y no nos iba a hacer caso.

—Y contigo también lo hacía; por eso Dayanara te sugirió muchas veces que vayas a la psicóloga, para que te des cuenta de la situación que viviste estos treinta años—Frank, el favorito desde siempre, habló.