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las ruedas del carro carro se trababan con cada cosa que habían botado en el suelo, me molestaba lo cavernícolas que se podían convertir las personas debido a lo que estaba pasando, pues veía a gente con cincuenta rollos de confort, cuando podrían perfectamente llevarse cinco o diez y dejarle el resto a la otra gente que también necesita aquello.
me saltaba las secciones en donde no debería pasar, en aquellos se encontraban las golosinas y alguno de otros licores, pero no servía de nada no caer en la tentación, si tenía al diablo en persona acompañándome para cometer un error, metiendo en el carro chocolates y otras cosas que no nos servían.
—auron, ¿podemos llevar cervezas?
suspiré, cada vez me costaba más tener mi compostura con él, parecía un "niño pequeño" al lado mío. —no, debemos cuidar el dinero.
sus brazos se enrollaron en mi cintura a modo de abrazo, yo disimulé mis nervios mirando las latas de salsa de tomate, observando su precio elevado.
estos políticos se aprovechan de todo.
—por faa —sonreí a él escuchar su mini berrinche, se me hacía tierno. —y te doy un beso falso, que yo sé que te encanto.
me di media vuelta, para mirarlo directo a los ojos. —¿beso falso?
asintió emocionado, mientras dejaba el pack de cervezas en el carro. —sobre la mascarilla, así —su rostro se acercó al mío y nuestros labios hicieron contacto entre ellos indirectamente, haciéndole a mi rostro hervir. —te pusiste rojo y todo.
lo empujé y seguí caminando con el carrito de compras por el supermercado, escuchando como celebraba detrás mía mientras elegía otras cosas para comprar, sonreí, tal vez no haya sido realmente un beso, pero mis sentimientos y mi corazón se alteraron como si fuese uno.
¿algún día podré darle un beso de verdad?
no, después nos contagiábamos.
pero me gustaría.
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