Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 261: Finalmente la verdad sale a la luz

Gu Wei Ting no quería escuchar sus regaños, así que se fue directo a la cocina y comenzó a comer un pepino.

“¿Quién te dejó comer mi pepino?” Jiang Yuan deliberadamente intentaba buscar una pelea.

Gu Wei Ting miró el pepino en su mano y entonces vio hacia la canasta de vegetales, respondió casualmente, “¿No hay más?”

“Este es el único grueso y recto. Los otros no son buenos.”

De pronto Gu Wei Ting se tensó en el lugar, */no necesitas ser tan atrevida, ¿cierto? Incluso si no regreso por una semana, ¡no necesitas ir tan lejos como para ridiculizarme!/*

Justo cuando Gu Wei Ting estaba dudando si debía darle otra mordida o no. De pronto Jiang Yuan entró a la cocina y tomó un pepino. Enojada miró a Gu Wei Ting y fue a sentarse frente a la mesita del tocador.

Gu Wei Ting la miró cortar el pepino en trozos pequeños mientras ella se quejaba, “Mira, el pepino esta torcido y delgado, las piezas cortadas ni se ven...”

Gu Wei Ting, “......”
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Al medio día, Gu Hai recibió una llamada de Gu Yang.

“¿En dónde estás?”

Gu Hai se levantó y caminó hacia el baño, “En un restaurante, ¿por qué?”

“Ven aquí inmediatamente. Estoy en peligro.”

En el momento en que Gu Hai estaba por preguntar cual era el peligro, Gu Yang ya había colgado. Él tenía este mal hábito de colgar la llamada inmediatamente después de haber terminado de decir lo que quería, sin siquiera preocuparse sobre los demás.

Al regresar a su asiento, Bai Luoyi seguía comiendo.

“Esta tarde ven a casa conmigo. No has visto a mi papá y a la Tía Zhou por largo tiempo, ¿no es verdad?” Preguntó Bai Luoyin.

Gu Hai quedó sorprendido por un momento. Entonces asintió en acuerdo.

“¡Está bien! El suegro no me echará ¿verdad?”

De repente Bai Luoyin se paró en el pie de Gu Hai y entonces como si nada hubiera pasado, dijo con tranquilidad. “¿Aún no conoces el temperamento de tus suegros?”

Gu Hai tosió suavemente. Entonces bajó su cabeza y siguió comiendo.

Cuando estaban por terminar su comida, Gu Hai se giró hacia Bai Luoyin y le dijo, “Yin Zi, necesito salir un momento. Regresaré pronto, puedes esperarme en la compañía. ¡No andes vagando!”

“¿Por qué esta vez no me llevas contigo?” Bai Luoyin le preguntó, “Ya que temes que vaya a huir, entonces ¡simplemente llévame contigo!”

“Es solo un poco de trabajo. No quiero que vayas conmigo y pierdas tu tiempo.”

Bai Luoyin lo miró fijamente por un momento, abrió su boca y dijo, “Bien, ¡puedes irte!”
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Gu Hai se apresuró hacia el hospital, se llevó consigo el tratamiento que le había comprado Yang Yajing. El ungüento había probado ser efectivo, Bai Luoyin solo lo había usado unos cuantos días y las cicatrices en sus manos se habían aligerado. Pensando en el amor de Gu Yang por la belleza, si él terminaba con cicatrices, lo más probable es que mantendría un rencor de por vida.