Skuld Weasley ⚊ 𝙃𝘼𝙍𝙍𝙔 𝙋𝙊𝙏𝙏𝙀𝙍

xiv | cruciatus

Bostezó con aburrimiento, escuchando a Astoria hablar y hablar. No la aguantaba, ni un poco. Si por ella fuera, la ya habría cosido los labios. Pansy y Bulstrode, a su lado, suspiraron de manera disimulada al mismo tiempo, pero Astoria siguió hablando, ahora sobre su próximo viaje para vacaciones.

- Uy, mirad la hora - dijo Pansy, levantándose de la mesa del Gran Comedor-. Millicient, Skuld, tenemos que ir a hablar con Snape, recordad.

- Lo siento mucho, Astoria - se levantó rápido Millicient, colocándose la mochila en un segundo.

Astoria las analizó en el tiempo que Skuld cogía un último trozo de pastel, y se ponía en pie junto a ambas chicas. No las creía, eso era obvio.

- ¿Y luego?- preguntó, insistiendo.

- ¿Ves a aquellos chicos de allí?- señaló Skuld hacia la mesa Gryffindor, justo en el momento que Seamus trataba de conjurar su copa y esta explotaba-. Bueno, he quedado con ellos. Y, si la memoria no me falla, Millie debe terminar su tarea de Runas y Pansy nos comentó que la va mal en Herbología y va a estudiar. Lo sentimos, Greengrass, estamos ocupadas.

Salieron de ahí, suspirando de alivio de librarse al fin de la chica. ¿Alguna la soportaba? Definitivamente no.

.....

Skuld escuchó la conversación de Potter y sus amigos, y de inmediato fue a las cocinas.

- No, gracias - rechazó los pastelitos de crema, y el zumo de manzana-. Dobby, ¿me harías un favor de nuevo? Es para ayudar a Potter.

- ¿Harry Potter corre peligro de nuevo?- preguntó interesado el pequeño elfo de grandes ojos verdes. Skuld asintió, y el bichito estiró las orejas-. Dobby ayuda a Harry Potter.

- Ve a Grimmauld Place, y pregunta por Sirius Black de parte de Weasley - en un chasquido, Dobby desapareció, y un minuto más tarde, volvió a aparecer, sonriendo-. ¿Y bien, Dobby?

- Sirius Black estaba ahí - confirmó.

Skuld maldijo para sus adentros, sabiendo que era una trampa del Señor Tenebroso, y, que en caso de que él sucumbiera, él no iba a ser único en problemas. Agradeció al elfo, y para que una pequeña elfina de ojos azules no la siguiera mirando con pena, aceptó su ofrenda de un trozo de chocolate, haciendola sonreír, y creando un pasillo para que saliera de las cocinas, justo en el momento que se empezó a escuchar un terrible escándalo. Eran los amigos de Potter, iniciando su plan para que Harry se colara en la chimenea de Umbridge y pudiera hablar con Sirius.

Corriendo por el segundo piso, chocó su hombro con el de una figura más alta vestida completamente de negro, y sintió un ligero alivio.

....

- Señor Filch, llame a la señorita Weasley y al profesor Snape - ordenó Umbridge, mientras que sus miembros de la Brigada retenían a Neville, Luna, Hermione, Ron y Ginny.

Harry la miró con desconfianza. Sabía que Skuld era la mejor en maldiciones, y no lo decía por él, sino por cómo Marietta se quedó una semana en la enfermería, negándose a hablar sobre su atacante, aunque todo a su alrededor gritaba Skuld Weasley. Tal vez la haría torturarlos hasta hablar, pero no la veía capaz de aquello, Skuld no era tan mala como creían, o eso quería creer.

- ¿Nos ha llamado, profesora Umbridge?- Skuld entró, con la frente en alto y, tras ella, el profesor Snape, luciendo más pálido y mustio que nunca-. Oh, ¿ha ocurrido algo, profesora Umbridge? Lo lamento, estaba estudiando para mis TIMO en la biblioteca, y no me he enterado de nada.

Ginny Weasley soltó un gruñido, murmurando que era de lo peor, y la Weasley mayor la lanzó una mirada despectiva, como si fuera un simple escarabajo que podría pisar fácilmente.

- No te preocupes por eso, Skuld - negó la profesora-. Sé de tus buenas dotes en las Artes Oscuras.

Ella lució una mirada confundida por unos segundos, mirándola sin saber por qué decía eso.

- Profesora, yo no me inclinó hacia esa zona - negó-. Tan solo manejo maldiciones.

- Sacales información a Potter y sus amigos - ignoró las palabras de la pelirroja-. Quiero saber con quién hablaba Potter, y dónde está Dumbledore.

Skuld sacó su varita, mientras Umbridge exigía a Snape una botella de veritaserum, iniciando una discusión porque la mujer había consumido todo con alumnos en interrogatorios, y no era posible preparar más.

Se agachó a la altura de su medio hermano, fingiendo estar colocando su túnica, y le miró a los ojos, un verde casi idéntico al suyo.

- Deja de ser tan lamentable, Black está perfectamente en Grimmauld Place - susurró, con un toque de rabia-. Estoy cansada de salvaros el culo, y aún no sé ni por qué lo hago si ni me agradeceis en condiciones.

- Nadie ha pedido tu ayuda, asquerosa serpiente.

- Bien - asintió, dejando atrás esa mirada de insistencia para que la creyera sobre el asunto de Sirius, poniendo los ojos en frío-. Muere por tu debilidad y orgullo, Potter, ciertamente no me interesa.

Le apuntó con la varita, dispuesta a lanzarle una pequeña maldición, cuando gritó en dirección a Snape.

- ¡Tiene a Canuto en el sitio donde la guardan!

Snape cruzó miradas con Skuld, y ella rodó los ojos, silenciando a Harry con un hechizo, ganándose más forcejeos de sus amigos, e insultos en su dirección.

- La maldición Cruciatus sería perfecta en esta ocasión, señorita Weasley - sonrió Dolores, girando una foto del Ministro.

Skuld la miró de reojo, aunque colocó su varita entre sus dedos, mirando a Potter peor que como había mirado a Ginny. Hermione chilló desesperada cosas sobre la ilegalidad de esa maldición, y más cosas estúpidas, pero Skuld realmente se estaba dividiendo entre hacerlo o no, una parte dentro de ella exigiendo que dijera esa palabra, y viera como Potter se retorcía en su sitio.

- ¡Ni se te ocurra, Skuld!- chilló Hermione-. ¡Harry, debemos decírselo! ¡El arma de Dumbledore, Harry!

Skuld quiso darse cabezazos contra la pared. ¿Acaso alguien podía cagar las cosas por el triple? Al parecer Potter y su panda de idiotas sí.

.....

Dió un golpe en la nuca a Draco, y pellizcó el brazo de Pansy a modo de regaño por comerse esos caramelos. Crabbe y Goyle se seguían lamentando, Millie sangraba por la nariz de manera exagerada, y Khronos miraba todo igual que ella, pero con un brillo divertido en los ojos.

Entonces ocurrió.

Khronos y ella se miraron, mientras el cabello de Skuld se aclaraba para quedarse casi rubio, y su mirada se ensombrecia. La Moira quería salir y cortar un hilo. La Moira quería volver a finalizar una vida.

- El inútil de Potter - dedujo Khronos, mirando a los Slytherin tirados por el suelo-. Quedan cinco minutos y cuarenta y dos segundos. Corre.

Asintió, y cuando Khronos volvió a mirar, Skuld ya no estaba ahí, volviéndose a esfumar como en el cementerio, sin dejar rastro.

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¿Black morirá o no morirá?

Chan Chan Chan