- Prometeme que cuando regrese seguiremos juntos - súplica el chico.
- Lo prometo. - comenta la chica y cierra los ojos tratando de no llorar.
"Donde dos mejores amigos se separan por la meta de cumplir sus sueños.
Nadie sabe lo que le prepara el d...
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5 años después
— Maldición Charles. — solté molesta al notar como mi hermano no bajaba las escaleras. — Te estas tardando mucho. — volví a decir.
— Bajaría más rápido si me ayudaras. — dice con dos maletas, una en cada mano. Su cabello largo y rizado caía en su cara y sus venas se marcaban al hacer un esfuerzo en bajar las maletas, ya que estaban muy pesadas.
— Sabes que la vez pasada me lastime la mano. — me justifique.
— Hola. ¿Ya están listos? — pregunta papá llegando a mi lado, llevaba puesto un suéter negro arremangado y sus pantalones de mezclilla. Paso su mano por su cabello negro, tratando de peinarse.
— Charles necesita ayuda.— dije y papá se dirije hacia Charles y agarra ambas maletas con facilidad para después bajarlas. — Vaya, eres un debilucho hermano.— dije en forma de burla, este me toma de la cintura y me carga haciéndome girar.
—Bueno familia, es hora de irnos. — dice mamá. Charles me baja y me deja en el suelo. Le sonrió a mi mamá, el nuevo corte de cabello le luce muy bien, al igual que la blusa que compramos hace una semana.
— Amelia, ¿le dijiste a los Holland que aceptamos la invitación?— preguntó mi padre. Me estremezco al escuchar Holland, hace mucho que no los veía y está noche los veré de nuevo.
— Claro, acabo de hablar con Nikki, me dijo que esta emocionada de que los chicos se reencuentren. — mi mamá me acaricia la mejilla.
Explico, hace 5 años mi familia y yo nos mudamos a San Francisco, mi papá consiguió un buen empleo ahí, pero era solo por una temporada.
Tiempo después papá nos dio la oportunidad de elegir, si de quedarnos en San Francisco o regresar a Londres y elegimos regresar.
Ahora nos encontramos llevando nuestras cosas en el taxi que nos dejara ya que la camioneta, papá la vendió a un compañero de trabajo.
— Bueno familia, es hora.— dice mi papá y todos subimos al taxi.
Fueron unos 30 minutos en el que estuvimos en el taxi. Al llegar al aeropuerto bajamos nuestras cosas y nos adentramos al edificio.
En el camino a la sala de espera, Charles se acerca a mi, llamando mi atención.
— Hey Min. ¿Estas lista para tu cambio? — preguntó mi hermano y yo le sonreí.