《He bad》 kookmin.

21. Crueldad.

/Narrador/

La silueta de Jimin se perdía entre la oscuridad, Jungkook lo notaba desde su lugar, aun si giraba su rostro sabía que el camino que tomaba el rubio era su tan acogedora ventana, Yoongi estaba en la esquina contraria ellos, pues se sentía peor de lo que actuaba. No se veía dispuesto a cuidar ni mucho menos en interactuar con ambos en ese lugar.

Los ojos del ya no tan herido Jeon analizaban el paisaje... uno muy sobrecogedor.

-¿Es un nuevo fetiche el mirarme? -Preguntó Jimin sin mirar a Jeon quien no respondió, pero tampoco dejó de hacer lo que hacía.

-No es nada nuevo el que te levantes a esta hora -Aclaró el pelinegro girándose completamente hasta Park, quien ahora lo miraba con cuidado, su apariencia era tan contradictoria a su actuar, jamás creyó que aquel tierno campesino que lo salvó, sería el hijo del hombre que lo perseguía a muerte.

Jimin suspiró mientras respiraba el gélido aire, peinó su cabello que parecía brillar más de noche y lo dio por terminado, no le daría un espectáculo a Jungkook por mero capricho, no tenía que recurrir a esas artimañas que pensó utilizar, pero de todas formas no podía negar que aquel sujeto de cabello negro lo tenía intrigado... en más de una forma.

-Vete a dormir -Aclaró mientras cerraba la ventana con sus manos, el antebrazo del rubio era delgado y esvelto, Jungkook estaba preciando una imagen y faceta tímida, algo desnuda de Jimin. Pocas veces podías decir que el hijo de tu enemigo estaba tan cálido y tranquilo frente a ti.

Jimin en cambio miró nuevamente a Jeon y suspiró, no había razón para todo, al menos no para lo que estaba pasando con ellos en ese momento. ¿Qué tanto tenía que esperar por una solución? ¿un día, dos, talvez una semana más para una respuesta clara por parte de ambos? Joder, Park Jimin lo era todo, menos paciente.

Con algo de apuro se adentró en su sitio en aquella cama, sus pies desnudos estaban fríos y sus muslos también, la tela de su pantalón resultó ser más delgada de lo que recordaba desde hace mucho, o era el hecho de que Jungkook estuviese a su lado esperando, aguardando por un movimiento o señal que lo hiciera caer en su trampa.

-¿No dirás nada más? -Preguntó el pelinegro mientras retiraba aquel cojín que lo separaba de la espalda y cuello desnudo del rubio, una oferta apetecible, pero no menos divertida para apostar.

El de ojos claros sintió el leve movimiento del cuerpo de Jungkook moviéndose vertiginosamente por las sábanas, el calor del pelinegro lo llamaba, lo tenía alerta y bastante expectante a lo que podía suceder si acortaban la distancia un milímetro más.

-¿Qué más quieres oír, Jungkook? -Preguntó volteando su cuerpo hasta quedar boca arriba, mirando fijamente lo que parecía ser el labio inferior del otro, no lo supuso, pero tampoco lo inventó.

Era inevitable no sentirse comido por los ojos negros de Jeon y no querer tentar la suerte ante ellos.

-Siento que eres capaz de vendernos con tal de cumplir tu cometido -Susurró con un poco de rabia en su voz, una que parecía provenía desde su lado salvaje y estrepitoso... algo que le agradaba al no menos estúpido rubio.

Las manos de Kook estaban aferradas a la suave tela de las sábanas, pero poco a poco dejó de presionarlas, pues el gélido y inesperado pie de Jimin se topó con su pantorrilla, comenzando a subir poco a poco... llegando a hacer que se moviera por tan extraño contacto entre ellos.

-¿No crees que es demasiado cruel lo que dices sobre mi, Kook? -Devolvió el rubio mientras susurraba en un tono melodioso el nombre del pelinegro, una sonrisa no pudo no escapar de los labios abultados de Jimin... Jungkook no era difícil de tentar, pero no era fácil de apagar... algo que Park no supo desde un comienzo.

-El cruel eres tú joder -Le dijo dejando caer su rostro contra la almohada, Jimin parecía estar más cerca de lo que debía, pero no le importó. No había nada que empeorara las cosas entre ellos, estaba claro que la atracción tenía sus límites... límites que había alcanzado lo máximo.

-Bésame -Susurró el rubio, parecido a una súplica dicha por el más necesitado del mundo, ansiando lo inalcanzable y queriendo todo a la vez.

Jungkook acercó su rostro con una asombrosa lentitud, Jimin no temblaba del frío ni mucho menos por tan ansiosa situación, Park estaba desesperado, quería no demostrarse débil, pero le era inevitable con Jeon en su radar.

-¿Quieres que lo haga en verdad? -Susurró una vez estuvo cerca de los labios del rubio, pudo respirar el agradable aroma del perfume de Park.

-Lo quiero...¿tú no? -Dijo antes de alejar su rostro un poco, cosa que Jeon sintió en pequeños dolores en sus manos, quería atrapar al felino Park Jimin de una buena vez, quería hacerle caer desde lo alto y dejarlo ir.

Sin mucho apuro Jungkook llevó sus manos hasta el cuello y espalda del rubio, lo atrajo con fuerza y no dudó demasiado en esperar una respuesta de parte de Jimin, de ello se encargaría después de haberlo besado hasta el cansancio por esa noche.

No quería nada más que esa suave crueldad.

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Calicagirl📱: No sean puerks, los amo y todo, pero nomamen, es un besito uwu.

Se nos vendrá el lemon y demás drama durante todo el fic🐶❤ uwuwuuuwuw.

AMO A JUNGKOOOK, joder, es mi personaje favorito, es una rata y lo sabe, y se deja manipular a su gusto xd, es un crack.😳👊🏻