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Se sentó junto con su pequeño cachorro mientras veía en atardecer, un muy bonito atardecer.

Era uno de esos días en donde podía estar tranquilo sin presiones y sin el juzgar de las personas, solo su perro y el.

Miro sus manos preguntándose ahora que haría en este tiempo ¿que haría para animarse? Lo único que se le ocurrió fue acariciar a su pequeño perro y sentir la suavidad de su pelaje haciéndolo sonreír.

Suspiro y siguió viendo el atardecer.

(🥀)

Había pasado un tiempo y las cosas seguían igual solo que a diferencia de los otros días este se sentía más deprimente y más solitario, no quería admitirlo pero quería por al menos que uno de esos chicos que le molestaban le hablara o por al menos algo porque ahora parecian empeñados en ignorar su existencia hasta cuando vio a la rosada esta había fingido no conocerle y pasar por su lado.

Sabia que la había cagado, sabia que la rosada estaría dolida pero tampoco es como si supiera que ella iba responder con una aclaración la cual solo seguía sonando en su cabeza.

Camino hasta su casillero el cual cuando lo abrió se dejo ver una pequeña nota junto con una rosa y Pequeños chocolates.

Agarro la nota y la empezó a leer.

—“las rosas son hermosas como tu pequeño, espero que con el tiempo puedas sentir aquel sentimiento el cual siento por tí, un pedazo de mi corazón está contigo”

Termino de leer pero no vio el nombre del que le escribió, vio la rosa y los chocolates.

“seguro es una broma”pensó seriamente el erizo con el ceño fruncido.

¿A que tonto se le hacia gracioso poner esto en su casillero?

Agarro la rosa junto con los chocolates y los tiro al bote de la basura junto con la nota la cual había doblado.

“no seas tonto Sonic”pensó mientras veía las cosas que había tirado, se dio la vuelta y siguió su camino.

Algo que había aprendido Sonic era que no podía confiar en la gente que le rodea y mucho menos en pequeños detalles de alguien el cual no conoce.





➼ shy 愛らしい Where stories live. Discover now