7.-

2.3K 300 126
                                    

Tweek

Pegó la rodilla izquierda a su pecho y estiró la pierna derecha luego pegó la derecha y estiró la izquierda, estuvo así, pedaleando, durante un rato intentando que sus piernas dejaran de hormiguear por estar tanto tiempo sin moverse.

— ¿Qué edad tienes?- le preguntó Craig. Había notado que quería preguntarle eso, pero se había tardando bastante, tanto como para que Tweek se distrajera en otras cosas. Como desentumecer su cuerpo, por ejemplo.

— A ver, son... .- apretó los labios y miró al techo mientras contaba.- Cinco mil setecientos setenta y nueve.- dijo finalmente. Craig lo miró con sorpresa, él le devolvió la mirada con burla.- al menos en mi dimensión. Aquí y allá no pasa el tiempo de la misma forma, pero no sé muy bien cómo funciona.

— Entonces... ¿En tu... universo pasan los años más rápido?

— O más lento. Realmente no podría confirmarte nada.

Tweek vio de reojo cómo Craig asentía. Comenzó a sentir un ardor en las piernas y en el abdomen, así que dejó de pedalear. Estiró los brazos hacia el techo. Podía sentir la mirada de Craig en su cara, y era incómodo, realmente incómodo. Siquiera ¿Por qué estaba mirándolo si no estaban hablando en ese momento?
Bajó los brazos y entrelazó los dedos sobre su regazo.

— ¿Cuántos años tendría yo en tu dimensión?- Preguntó el humano de repente. Tweek lo miró con el entrecejo fruncido, ¿Cómo mierda él tenía que saber eso?

— Los mismos que tienes aquí, ¿Por qué habría de cambiar? Es decir, estarías cambiando de dimensión, no de vida.- Vio a Craig fruncir la nariz, insatisfecho.

Rodó los ojos mirando sus pies; le seguía molestando mucho ser tan débil y no poder caminar en esta dimensión. Con lo que adora correr este asunto se estaba volviendo una completa molestia. Pegó un brinco del susto cuando alguien tocó la puerta de la habitación de Craig. Una voz femenina habló del otro lado.

— Craig, cariño. ¿Está todo bien? ¿Te asustaste por algo?- preguntó la madre del chico mientras abría ligeramente la puerta.

Tweek la miró, y después a su hijo. Craig tenía la cara de un ligero color rosa y sus ojos nerviosos viajaban desde Tweek hasta su madre, ella miró la silla donde él estaba sentado. Tanto Craig cómo Tweek sabían que ella no podía verlo, así que no entendió la reacción del humano. Lo miró fijamente, exigiendo que se tranquilizara. De seguir así hasta él mismo se pondría nervioso y ni siquiera podría entender porqué.

— Sí, perdón. Estaba haciendo el tonto y casi me caigo.- Dijo Craig. Mentira.

— Ten más cuidado con lo que haces.- Dijo ella en tono de advertencia antes de irse.

Tweek lo miró, ¿Qué tan grave era lo que ocultaba como para mentirle a su madre?
"Los humanos son detestables, se mienten entre ellos, a la cara. Pero eso no es lo peor. No tienen problema con mentirse a ellos mismos". La voz resonó dentro de su cráneo, bajó la mirada a sus manos entrelazadas. Algo dentro de él quería seguir creyendo que Craig no era como el resto de los humanos, que él por alguna razón era diferente. Que tontería, ¿no?

— ¿Y... qué haces con tus tiempos libres?- balbuceó. Tweek lo miró brevemente antes de recostarse en el respaldo de la silla. Resopló mientras pensaba.

— Uf... realmente no tengo muchos espacios libres. Siempre estoy haciendo algo. En mi casa, claro. Aquí... siempre estoy cuidando que no te hagas daño, por lo menos no físico.- Sonrió.-  Así que tampoco lo llamaría tiempo libre.

— No tienes que cuidarme.- Craig reprochó. Tweek lo miró con burla.

— Créeme, tengo qué. Desde que estoy aquí he evitado que te hagas daño con cosas realmente estúpidas por lo menos 10 veces. Además, imagina lo malo que sería para mi si alguien llega enterarse de lo descuidado e irresponsable que fui con mi humano.

Alma Brillante ~Creek~Where stories live. Discover now