037·•Vorágine•·

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Incluso ahora, me seguía aferrando al fino hilo que me conectaba con ella, porque sin duda los cambios son los que a todos nos aterroriza. No estaba dispuesto a perderla así como sé que ella no estaba dispuesta hacerlo.

No ahora, tal vez, fingir un poco más podría ser nuestro cierre.

Tan pronto como salimos, escuchamos los pasos apresurados de SeokJin, quien tan rápido como pudo, desactivo la alarma de su auto, invitándonos a meternos con un breve movimiento de cabeza.

—Vaya mierda—escupo con cansancio mientras me adentro al anticuado auto seguido de Bae. Hace tan solo unos segundos pensé que la farsa de vida que llevábamos seguiría ahí como parte de algo que no podía quitarse, sin embargo, la llegada del castaño me hizo saber que nada podía seguir igual. Arqueo ambas cejas mientras me humedesco mi labio inferior al notar la mirada conmocionada de SeokJin, era como si  una parte de él no acabara de asimilar todo, como si vernos ahora fuera algo lo suficientemente fantástico para vernos como estúpido.

—¿Qué mierda les pasó?—el timbre de su voz me confirma todo y a pesar de tener la respuesta en la punta de la lengua, me obligo a permanecer callado.

—¿Por qué regresaste, SeokJin?—la pregunta dura y brusca de la pelinegra me deja sin palabras, pues hace tan solo unos minutos parecía querer abrazarlo y llorar mientras lo hacía.

Sabía que, el lugar del castaño en la vida de Bae era algo que no pude sustituir con los años, y de forma pesada y cegadora me convencí que podía serlo. Me obligue a pensar que podía ser cualquier cosa que necesitara, pero no todos tenemos un final feliz y mucho menos tenemos a la persona que creíamos correcta.

—Necesitaba hacerlo, Nahee—su respuesta simple no hace mucho para mejorar el temperamento de la persona a mi lado, que si bien apenas escuchó las estúpidas palabras envueltas en mentiras, deja que una sonrisa incrédula se pinte con crueldad y que su ceño se profundice dándole un aspecto increíblemente duro.

—¿Qué estupidez, no? Hace cinco años cuando te necesitaba te largaste, y ahora que eres innecesario apareces—brama con burles, el tono cantarín en que deja salir las oraciones pone la tensión como el foco que se encarga de iluminarlos a todos, dejándonos sentir la pesadez de la situación—, será mejor que hables ahora y dejes de pensar que soy la misma estúpida de antes, Kim. No estoy dispuesta a escuchar las mismas mierdas, ya no. Estoy cansada de este juego en el que me incluyeron por solo ser tu amiga y por enamorarme de alguien que no debía.

La acidez en que suelta cada sílaba me deja un sabor amargo, porque estar incluido en la opción de errores siempre pesaba de manera brutal.

Cuando la reacción de SeokJin es nula, me enfoco en la Bae que conozco, en aquella que no le importa herir a los demás con tal de sentir la satisfacción de saber que ella ganó, que ella tiene la corona y el trono de su vida.

Porque eso era, Bae Nahee era la reina del juego a la que siempre tienen que proteger y en el último momento hacer la movida necesaria para hacerla ganar.

—Nunca entendí porque odiabas tanto a Namjoon y mucho menos a Yoongi—niega con burles, antes de volver hablar:—pero ahora entiendo el porqué de todas tus advertencias, sin embargo, hay algo que no comprendo, porque a pesar de todo no impediste que  me acercara a Taehyung, incluso tu me regalaste aquel vestido el día de la fiesta. Sabías todo pero no hiciste mucho para cambiar las cosas.

El coche es detenido abruptamente y el chirrido de las llantas contra el pavimento resuena por todo el lugar. Suelto una maldición, antes de acomodarme en mi asiento y comprobar que la pelinegra se encontraba bien.

—Pensé que sería diferente—niega con lentitud y aún sin atreverse a mirarnos, recarga su frente contra el volante—, ustedes realmente se gustaban—la amargura del hecho me deja helado, incluso no podía entender la furia que se arrastraba con tanta fuerza en cada sílaba—, que pensé que todo cambiaría. Estaba tan molesto conmigo mismo que imaginé que estaba viendo cosas donde no las había—soltando un suspiro tembloroso, deja que sus puños choquen con fuerza a los lados del volante—, cuando conocí a Eunbyeol ella era amiga de Namjoon, y poco después me enteré que su relación con Yoongi era algo inestable. Cuando empecé a salir con ella, Yoongi se descontroló, era un desastre y sólo hizo que Eunbyeol se sintiera culpable. La amaba, Bae. La amaba tanto que dolió cuando puso por encima de mí a Yoongi.

Viendo por fin por el espejo del retrovisor, deja que sus ojos rojos se reflejen y que seamos capaz de ver con precisión la manera en que las lágrimas empiezan acumularse, dándole un aspecto devastador.

—El día que nos enteramos que Yoongi andaba en cosas ilegales, discutimos. Quería salvar a alguien que ya estaba perdido, pero comprendí que no sólo era por su amistad que lo hacía y aún cuando ella me lo aseguraba, sabía que lo amaba. Dolió darme cuenta que solo estaba interfiriendo en una relación que estaba destinada hacer pero que era dañina. Ese mismo día, ella se fue jurandome que volvería y que arregláriamos todo, supongo que fui un imbécil al creer ciegamente en ella.

El silencio nos envolvió a todos en una crudeza inhumana, pero lo siguiente nos dejo, tanto a Bae como a mí, horrorizados.

—Poco después me enteré que Namjoon había planeado todo, él simplemente nos manejo a su antojo.

•••
Cualquier error no duden en decirme.

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Where stories live. Discover now